Internacional | La efeméride
Cien años del superviviente del Mundial-30
Francisco Antonio Varallo, el único jugador vivo que disputó el primer Mundial, el de 1930, ha cumplido 100 años. La historia de Pancho Varallo es la historia de un goleador: jugando de lateral derecho marcó 12 goles en 3 partidos durante una prueba para ir a Estudiantes, en Tercera debutó en un 9-1 en el que metió todos los goles, en su estreno en Primera en Argentina marcó 27 goles en 24 partidos... Varallo, al que apodaban Cañoncito por su potencia de disparo y escasa estatura, anotó 181 goles en su carrera como delantero de Boca Juniors, lo que valió para convertirse en el máximo goleador de la historia xeneize hasta 2008. Palermo le arrebató el honor. "Él tiene a Riquelme y yo tenía a Cherro", apunta Varallo. "Soy tan antiguo, que cuando yo jugaba, las camisetas no tenían números", recuerda jocoso. Eran otros tiempos, años en los que Varallo reventaba las redes de los adversarios: en tres ocasiones metió cuatro goles, en 13 hizo hat-trick y en 30 logró anotar dos tantos. Pancho narra también su amistad con otro genio: "Por las noches salíamos y nos encontrábamos con Carlos Gardel en el café La Meca. Gardel venía a cantarnos cuando íbamos con la selección". Varallo fue el jugador más joven que disputó la final del Mundial de 1930 entre Argentina y Uruguay. Tenía 20 años: "De la final con los uruguayos no me quiero ni acordar porque nos ganaron con prepotencia. Teníamos un gran equipo, pero algunos jugadores aflojaron en el segundo tiempo y perdimos un partido increíble".
Ayer, al cumplir 100 años, reveló su secreto: "En el mano a mano me gustaba pegarle a los pies del arquero". Y sobre el fútbol actual apunta: "Me da la risa, ponen cuatro atrás y uno arriba. Antes había siete buenos, ahora hay cuatro".