Liga BBVA | Atlético de Madrid 0 - Málaga 2
El Atleti se toma la Liga a broma
Aplastante victoria de un Málaga muy superior. Antonio López y Perea facilitaron los goles de Duda y Javi López. Los de Quique ya miran hacia abajo.
Vive el Atlético escondiendo cada esperpento liguero tras el tupido velo de la Copa. Y la cosa cuela porque su hastiada afición, al borde de estallar y pedir el divorcio, se aferra a esta última vía para salvar su matrimonio. Pero la realidad del equipo es insostenible. Todos sus rivales realizan el mejor partido de la temporada contra los rojiblancos y, rizando el rizo, el primero que ha repetido enfrentamiento con ellos, el Málaga, ha hecho sus dos faenas más brillantes: 3-0 y 0-2 para un equipo que ha ganado sólo otros dos partidos en toda la Liga. Telita.
Muñiz demostró que no es necesaria una fórmula compleja para desmantelar al Atleti. El Málaga salió colocadito, presionó sin morir arriba y puso cinco centrocampistas para abusar, una vez más, del erial rojiblanco en mediocampo. Como es costumbre, los de Quique se partieron por la mitad y sólo vieron el balón cuando les pasó por delante. Y al desastre general se sumaron las habituales exhibiciones individuales de Antonio López y Perea, sendos (in)seguros de vida.
Primero actuó el lateral izquierdo, al que su pasado como canterano parece otorgarle inmunidad. Pernía está sentenciado y Cabrera nunca juega, pero no está demostrado que fallen más. Jesús Gámez le midió en carrera y fue como ver esprintar a Bolt contra un niño de 12 años con zapatos de vestir. Además, en cuanto vio que el malaguista le superaba, se paró a ver cómo acababa la jugada, que, como no podía ser de otra forma, acabó en gol. Fue un calco al lío que le hizo Pedro León la pasada jornada para regalarle el tanto a Manu. Además, esta vez se sumó la mala suerte ya que Ujfalusi se lesionó al principio de la jugada y nadie molestó a Duda en el segundo palo. Tres minutos, 0-1 y el Atleti en la lona.
Sin Kun, sólo los canteranos salvaron la cara del Atleti en la primera parte. De Gea evitó el segundo con una gran parada tras un remate acrobático de Fernando, Domínguez seguía defendiendo lo suyo y lo de sus compañeros, Camacho rozó el empate en un remate cercano que paró Munúa e Ibrahima se cansó a pelear y descolgar pelotazos mientras Tiago, viendo como el balón le pasaba siempre un metro por encima, se preguntaba para qué le han fichado. Forlán, claramente tocado, sólo apareció para fallar, solo ante Munúa, al filo del descanso
Sin reacción.
En la reanudación, Quique metió a Reyes y Agüero, pero nada cambió. Benachour y Duda controlaban el juego a su antojo y tan sobrado se veía el Málaga que sus dos laterales, Gámez y Manu Torres, atacaban más que defendían. Se jugaba permanentemente en campo rojiblanco y cuando eso pasa, antes o después, la lía Perea, que convirtió un despeje a centro de Baha en una cesión perfecta a Javi López, que sentenció.
Así, el Málaga le explicó al Atleti que su Liga, hoy por hoy, es la misma. Ahora se aferrará a la Copa, donde tampoco puede sacar pecho. Fue humillado en Huelva y en la ida con el Celta, en Vigo no pasó de apañadito y sólo en la remontada al Recre mostró algo diferente, aunque más locura que fútbol. Considerarle favorito ante el Racing sólo se sostiene valorando el pasado, el lejano de la entidad y el reciente de sus estrellas. Porque hoy por hoy, este Atleti es una catástrofe.