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SEVILLA 2 - VALENCIA 1

Negredo es la alternativa

El jugador de Vallecas se reivindicó ante Villa y Luis Fabiano y derrocó con dos goles, el segundo de precisa vaselina, a uno de los mejores visitantes de la Liga, el Valencia (siete victorias, dos empates y ahora dos derrotas). Con este triunfo, el Sevilla recupera terreno en la 'otra Liga', regresa a la cuarta plaza, se sitúa a tres puntos de su rival de hoy y se confirma como alternativa a Madrid y Barça.

EDU HERRERO
Actualizado a
Negredo es la alternativa

El déficit de seis puntos con el que comenzaba el partido el Sevilla con respecto al Valencia, obligaba a los de Manolo Jiménez a salir enchufados desde el inicio. Para no descolgarse de la zona de arriba y porque lo mandan los cánones, era el equipo de casa. Con Perotti y Navas por bandas; Negredo y Kanouté en punta y Renato por detrás de ellos, el Sevilla encerró pronto al Valencia, que condicionó sus opciones a la velocidad en la contra de Silva, Pablo, Mata y Villa, demasiado aislados durante todo el envite.

El mejor premio para un equipo que diseña su táctica en base a un inicio arrollador es el 'gol tempranero'. Y a Manolo Jiménez le salió perfecto. Tras un par de ocasiones de Navas y Kanouté, en el minuto 20 de partido, Negredo fue el más listó de la multitud agolpada en el área del Valencia y en el segundo palo remachó una prolongación de Escudé en el saque de esquina botado por Perotti. El partido cambió radicalmente de cara. El Valencia sentía que su ventaja se desvanecía de un plumazo y lo que es peor, veía cada vez más lejano el rastro del Barcelona y del Real Madrid.

Lejos de descomponerse, el Valencia confió en su estilo directo y en ningún momento se adueñó de la posesión (difícil de conseguir con Marchena y Albelda en el centro). El césped del Sánchez Pizjuán era testigo del juego de dos equipos que viven en un hábitat similar, fundamentado en la contra y el fútbol vertical. De área a área, se perdió la sensatez en los últimos minutos de la primera mitad y carentes de ocasiones asistimos a una escena humorística protagonizada por David Navarro y César. Ante la presión sevillista, ambos se dedicaron a 'echarse el muerto encima' y ninguno quería despejar. El desenlace de tal parodia, fue la simulación del portero que dejó la pierna ante la entrada de Kanouté y se tiró en su propia área como si de un delantero se tratará. Como no, Pérez Lasa picó y puso fin al paripé del veterano portero señalando falta. Y digo como no, porque en su festival de tarjetas amarillas, el colegiado vasco se olvidó de expulsar al local Zokora. El marfileño, recién regresado de la Copa de África, debió ver la segunda amarilla al cortar claramente con la mano, en el minuto 40, un pase en el centro del campo. Antes, en el 15', había parado bruscamente a Silva.

Amarilla también vio Stankevicius, pero su actuación se merece mayor comentario. Ante las bajas de Dragutinovic y Squillaci, el lituano ha tenido que abandonar el lateral para experimentar en el centro de la defensa y su adaptación no ha podido ser más perfecta. Cedido por la Sampdoria para sustituir a Sergio Sánchez, de baja por un problema cardiaco, el lituano ha completado hoy su mejor encuentro como sevillista y eso que delante tenía a algunos de esos 'locos bajitos' que encandilan en 'la Roja'.

Y como la táctica de los pequeños revoltosos no le estaba dando beneficio a Emery, porque no había un enganche que contactara con ellos, el técnico valencianista cambió de tercio y, al poco de empezar la segunda mitad, sacó al gigantón Zigic (usado sólo en situaciones adversas o desesperadas) y a Banega, ese conector que tanto necesita el Valencia y que, inexplicablemente, compartió en el inicio perspectiva con su técnico. Marchena y Pablo Hernández, al banco.

Con el serbio de 2,02 en el horizonte, se simplificó aún más el juego valencianista: balones al alto y que se las apañe, él y los que le rodean. En el 70', Silva aprovechó una dejada de Zigic para encarar la frontal, regatear a Fernando Navarro y tirar, aunque ya demasiado obstaculizado. Andrés Palop, que vive feliz su segunda juventud, paró sin problemas.

Negredo, gol para el recuerdo

Albelda se quedó sentando para ver cómo terminaba su fallo, deseando que algún compañero le echara una mano y despejara ese maldito balón que él no pudo controlar. Mientras caía al suelo vio impotente el pase de semi tacón de Navas para Negredo. Y ya con las manos sobre las rodillas, el valencianista suspiró mientras acompañaba con la mirada la perfecta vaselina que dibujó Negredo sobre César. Era el minuto 69 de partido y el Sevilla confirmaba su alternativa.

El segundo gol de los de Manolo Jiménez despertó las ambiciones de los ché, que ya notaban el aliento de los de Nervión en la nuca. Salieron Luis Fabiano y Capel, por el bando hispalense, y el 'Chori' Domínguez, para reforzar el ataque de Emery. Remontar el partido, por lo que ambos habían demostrado, parecía una quimera. Más viable era mantener favorable el 'golaverage' particular (2-0, en el partido de Mestalla) y el Valencia lo consiguió con el gol de David Navarro (3-2, en el parcial), que aprovechó un rechace de Zigic en el área. Antes, Villa había rematado en una de sus pocas apariciones al palo.

El Valencia se fue del Sánchez Pizjuán sin puntos pero con un premio de consolación, insignificante a no ser que ambos empaten a final de temporada. El Sevilla consigue tres puntos obligados que le permiten recuperar la cuarta plaza y confirmarse como alternativa a los dos poderosos de la Liga. El pique final de los eurocampeones Villa y Palop, con patada voladora incluida por parte del meta al delantero, ejemplifica la intensidad del duelo y la importancia del resultado. No pasó a mayores, porque Pérez Lasa no quiso.