LIGA BBVA | Valladolid 1 - Almería 1
Arzo salva la cabeza a José Luis Mendilibar
El Real Valladolid empató con el Almería en un partido tenso y alocado en el que los vallisoletanos jugaron toda la segunda parte en inferioridad numérica, pero antes también habían sido inferiores a un rival que jugó muy cómodo y que pudo infligir mayor daño en el marcador.
Y eso que el Valladolid perseguía la victoria para ir cuadrando sus cuentas con la permanencia y para elevar una autoestima que venía muy 'tocada' tras no haber ganado en 2010. No pintaba bien la tarde para los locales y aunque el fútbol tiene algo de aleatorio, el comienzo del partido confirmó los augurios con llegadas claras del Almería y ninguna de los locales durante los primeros minutos.
El centrocampista Álvaro Rubio, que había sido baja durante el mes de enero, volvía al equipo y con ello, Mendilibar tenía a su mejor lugarteniente al mando de las operaciones. Asimismo, el ariete angoleño Manucho fue titular tras su regreso de la Copa de África y el Valladolid volvió a actuar con dos delanteros natos.
El peruano Santiago Acasiete, suspendido con un encuentro, era baja en un Almería en el que Lillo ha intentado dejar su sello y cambió inicialmente de banda a Crusat, aprovechando que el Valladolid estaba más débil en su zona izquierda con un jugador ahí que no es específico de banda, el uruguayo Fabián Canobbio.
Fue precisamente Albert Crusat quien ganó la espalda a la defensa local y marcó el primer gol de los andaluces. Fue lo de siempre: balón perdido en medio campo y el Valladolid, que no sabe defender esas jugadas, recibió el primer golpe y, esta vez, muy en frío (minuto 12).
El sueco Henok Goitom, ex jugador blanquivioleta, fue el más activo de un Almería que jugó muy cómodo ante un Real Valladolid que parecía más un equipo visitante que el anfitrión.
demás, Mendilibar tuvo que prescindir de Álvaro Rubio a la media hora al resentirse de sus problemas lumbares. Así pues, la adversidad se unió a sus carencias y el Valladolid no supo dar réplica a un Almería organizado y correcto, muy peligroso al contragolpe.
En un arreón, más producto del corazón que de la capacidad futbolística, los de Mendilibar quisieron acabar la primera parte atacando, pero Diego Alves ni siquiera llegó a intervenir. Por si fuera poco, la expulsión de Manucho, tras un salto con Chico, dejó al Valladolid en inferioridad numérica y con el partido definitivamente cuesta arriba para los locales.
La segunda mitad comenzó con un remate de Arzo contra su propia portería que a punto estuvo de ser el segundo gol del Almería. Poco después, Mendilibar cambió a Alberto Marcos por Marquitos y su equipo pasó a jugar con sólo tres defensas.
Fue una especie de huida hacia adelante que tampoco parecía dar buen resultado. El Real Valladolid no tenía recursos para crear peligro mientras el Almería perdonaba la vida una y otra vez a su rival.
Pudo ser otra goleada en Zorrilla y un estropicio muy considerable, pero César Arzo cazó un balón muy bien puesto por Haris Medunjanin para establecer el empate a uno a diez minutos del final. Fue el único remate a puerta del Valladolid en toda la segunda parte, aunque el partido acabó con un posible penalti sobre el brasileño Diego Costa.
Con este empate en inferioridad, lo mejor que le pudo pasar al Valladolid, el futuro de José Luis Mendilibar como entrenador del equipo vallisoletano aún puede estar en entredicho tras una secuencia de tres victorias en los veinte partidos de liga y los mismos triunfos en los últimos 31 partidos disputados por su equipo entre la pasada campaña y la actual.