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Copa de África | Argelia 0 - Egipto 4

Egipto ya tiene su revancha

Los Faraones humillaron a Argelia, que les dejó sin Mundial, con una gran goleada (0-4)

Paco Zamora
<b>PROTESTA. </b>Chaouchi protesta al árbitro porque, como se ve en las capturas situadas sobre la fotografía, Hosny hizo una 'paradinha' antes de lanzar el penalti. El meta llegó a encararse con Kodjia.
PROTESTA. Chaouchi protesta al árbitro porque, como se ve en las capturas situadas sobre la fotografía, Hosny hizo una 'paradinha' antes de lanzar el penalti. El meta llegó a encararse con Kodjia.

Rabah Saadane y Hassan Shehata ordenaron a sus hombres presionar al rival desde el pitido inicial. El resultado fue un comienzo trepidante por parte de egipcios y argelinos. La contienda era a corazón abierto, sin concesiones, los egipcios movían mejor la pelota, pero los argelinos a base de balones largos llegaban en más ocasiones al área rival con menos juego.

El partido era un toma y daca constante que agradecían los aficionados presentes en el estadio Ombaka, en Benguela, pero el partido acabó rompiéndose en el minuto 37 cuando el árbitro señaló penalti y enseñó la segunda tarjeta amarilla al defensa argelino Halliche, que había propiciado la jugada con una gran pifia. Hosny no desperdició la pena máxima y a partir de ese momento se acabó lo que se daba, porque aunque los argelinos no se achicaron y empujaron con fe y tesón al inicio de la segunda parte, los egipcios empezaron a practicar su juego preferido, tocar, tocar y tocar, hasta encontrar un resquicio para lanzar fulgurantes ataques que no acababan en gol, pero que desquiciaban y descolocaban a sus rivales. Hasta que Zidan logró con dos recortes y un zurdazo uno de los goles más bellos del campeonato.

Argelia, desquiciada. El gol de Zidan mató el partido y desquició a los argelinos. Egipto, sabiendo que había ganado la contienda entre árabes, intentó humillar a sus rivales adornándose constantemente, cosa que acabó por alterar los ánimos del rival, que entró a saco contra piernas y lo que encontraba por delante. Eso obligó al arbitro a expulsar a Belhadj (hizo una entrada violentísima) y al portero Chaouchi, ya fuera del encuentro desde el penalti. Al guardameta no se le ocurrió otra que dar una patada a Gedo cuando el colegiado había parado el partido por un fuera de juego.

Al final un 4-0 a favor de un equipo, Egipto, que no ha perdido ni uno solo de sus encuentros y que llega a Luanda habiéndose desembarazado de sus rivales con las ideas intactas y dueña de un juego sólido aunque no espectacular. Es un equipo que administra el balón y los tiempos con verdadera frialdad y consumada maestría, por lo que se perfila como el próximo ganador (si Ghana no lo impide) y primer tricampeón de la Copa de África.

El detalle: tercera final consecutiva

La del domingo será la tercera final consecutiva para Egipto, que se queda así a una del récord establecido por Ghana entre 1965 y 1970, cuando llegó a cuatro finales seguidas (y ganó dos). Si sale campeón, será el primer equipo que gane tres títulos seguidos.

No ocurrió ningún incidente

El gran dispositivo de seguridad que montó la Policía de Angola evitó que, tanto en los exteriores del estadio Mombaka como después en las gradas, se vivieran enfrentamientos entre las dos aficiones. Al cierre de esta edición tampoco se había registrado ningún tipo de incidente en las calles de Egipto o las de Argelia. Los ciudadanos de El Cairo se lanzaron a la calle para celebrar la clasificación para la final sin que ningún argelino fuera dañado o sufrieran desperfectos las sedes de las empresas argelinas en la capital egipcia. Los llamamientos al buen entendimiento entre las partes realizados tanto por los gobiernos de ambos países como por Hassan Shehata, seleccionador de Los Faraones, y Rabah Saadane, técnico de Argelia, surtieron el efecto deseado entre la población.