"El domingo es una final; nos jugamos la vida"

A Gay se le acaba el tiempo en el Real Zaragoza y presumiblemente se jugará el cargo el próximo domingo en Tenerife, en un partido a vida o muerte frente a un rival directo en la pelea por eludir el descenso. El técnico, que es perfectamente consciente de la amenaza que pende sobre su cabeza, se encerró ayer con sus futbolistas durante una hora y media en el vestuario de la Ciudad Deportiva antes del entrenamiento para repasar el partido de Villarreal, hacer balance de situación y, sobre todo, concienciar al grupo de lo que está en juego la próxima jornada y de aquí a mayo. "El domingo es una final, nos jugamos la vida", llegó a decirle Aurelio Gay a la plantilla como gran conclusión.

La de ayer fue la primera reunión de este tipo desde que Gay se hizo cargo del Zaragoza formando pareja con Nayim, que se esfuerza especialmente en cada charla y en cada entrenamiento por mantener viva la llama de la esperanza.

Convencidos.

Gay y Nayim están convencidos de que el Zaragoza tiene solución de su mano y que la reacción está a punto de llegar: "Cuando ganemos un partido lo veremos todo diferente", les incidieron repetidamente a sus jugadores. Pero los dos técnicos también saben que el partido del Heliodoro es crucial, para el equipo y para su propio destino. Y de ahí que quemaran ayer un cartucho tan importante ante toda la plantilla. Y es que este tipo de encierros, tan largos y tan contundentes, deben ser excepcionales si se quiere obtener algún efecto. Marcelino los utilizó hasta tres veces y no surgió ningún efecto.

El objetivo principal de Gay era convencer a la plantilla con un mensaje claro: la salvación es posible y sólo hay que meter a dos equipos abajo. A partir de ahora empieza una nueva Liga en la que hay que obtener cuatro puntos más que el Tenerife y el Málaga. Esas son las únicas cuentas que maneja el cuerpo técnico.

Y para lograr el milagro Gay y Nayim les pidieron a sus futbolistas más autocrítica, más determinación y más carácter en cada jugada. Y también más fútbol, más atrevimiento con el balón. "El Zaragoza no puede ser un equipo blando como en la primera parte en Villarreal. Debemos salir a morir en todos los campos. Y cuando tengamos el balón tenemos que hacer daño, no podemos jugar plano. Hay que asumir responsabilidades con el balón", fue otra de las frases más importantes que quedó del discurso de los técnicos a la plantilla.

Hechos.

Pero al final el Zaragoza no necesita de grandes frases, sino de victorias, de triunfos que le permitan abandonar el pozo de la clasificación. "Las palabras no sirven de nada, hacen falta hechos", les recalcó Gay en varias ocasiones a los futbolistas.

El técnico madrileño, que espera para hoy a Roberto, Contini y Ponce, va a convertir esta semana en excepcional desde el principio. Arrancó con la larguísima charla de ayer en el vestuario y continuará mañana con el viaje anticipado a Tenerife para iniciar una mini concentración de cinco días en la isla. Hay razones climatológicas, pero sobre todo de integración. A Tenerife van a viajar ya los últimos tres fichajes del Real Zaragoza y Gay quiere que conozcan lo mejor y lo más rápidamente posible a sus nuevos compañeros.