Liga Adelante | Murcia 0 - Girona 0
Jorquera frena al Murcia
Los grana merecieron ganar. Luque falló un penalti.
Bien haría Iker Jiménez en pasarse por Nueva Condomina. Lo que ocurre allí, el maleficio que acompaña al Murcia (record mundial en penaltis marrados: Luque, un consumado especialista durante su ya larga carrera falló el sexto... de los seis lanzados en lo que va de año) da para una tesis en 'fútbol paranormal'. Para eso y para un serial lacrimógeno.
Desde otro prisma no se puede explicar cómo los de Jose no sólo no ganaran a un pobre Girona sino cómo no golearan a los de Juliá. A los que les ganó un punto su discutido portero: ese Jorquera que llegaba 'pintado', casi siendo objeto de mofa de quienes no se explicaban, visto su rendimiento en Montilivi, cómo pudo llegar un día a ser portero del Barça, que ante la tropa de Jose simplemente se salió. Más allá del penalti (quizás el único lunar de la tarde murcianista) el arquero lo paró todo. Confirmando que en Nuevo Condomina nada es lo que parece, Jorquera, otro motivo más para el diván, empezó en la primera mitad sacando una mano soberbia tras zapatazo esquinado de Pedro, en la probablemente mejor ocasión grana antes del descanso, y se exhibió en la reanudación.
En una segunda mitad en la que Natalio, al poco de salir, ya había generado dos 'casi-goles' (uno de hecho anulado) y en la que las huestes de Jose se comieron literalmente a un Girona que haría mal en seguir por la línea mostrada en la capital del Segura. Los catalanes, probablemente el peor equipo que ha pasado por Murcia, se limitaron a pegar pelotazos sin sentido. Y sobre todo a acumular futbolistas delante de su héroe por un día. De Jorquera.
Con Mejía cargando con su cometido y con lo que no resolvía Bruno, el Murcia llegaba. Lo hacía, quizás, de forma presurosa. A trompicones, algo normal habida cuenta de las ganas. De lo mucho que había en juego. Aún así, con Albiol (muy mejorado en la segunda parte) y con Sergio Escudero subiendo y bajando sin parar; con Isaac a 'toda pastilla'; con Natalio muy batallador; los grana acumularon no menos de seis o siete llegadas de peligro. De esas en las que sólo resta meter la bota para hacer un gol que, obviamente, no llegó. Ni antes del CSI del penalti (tan absurdo como claro; que además conllevó la expulsión de Migue) ni después. Pero detengámonos en la gafancia de los 11 metros: cuando el árbitro (estuvo caserillo) marcó la suerte suprema, Natalio, el goleador del equipo, cogió los galones. En ese momento Jose eligió al especialista Luque y visto lo visto, la pifió. En la grada la gente ya no sabía si llorar o llorar. Un tío fichado para el balón parado, que lleva pateando penales desde su niñez, que se ha mostrado infalible siempre... marraba. Increíble. Demasiado duro para ser verdad. Pese al mazazo, el Murcia lo siguió intentando y el propio Luque tuvo con dos soberbios disparos el desquite. Pero nada. Entre Jorquera y la falta de puntería de los granas, el Girona alcanzó la orilla. Un empatito que no le aleja del peligro y que, eso sí, frena a un Murcia que jugando así, y siempre que no haya penaltis de por medio, saldrá a flote. Pero antes llamen a Iker.
Jose González
"El equipo lo hizo todo al 100%, salvo el acierto. En el penalti le dije a Natalio que debía tirarlo Luque, todo un especialista. No estaba para pruebas, y fallamos. El Girona no hizo nada. ¿Fichajes? En el pasado se malgastó dinero y lo estamos pagando los de ahora".
Narcís Juliá
"Ya nos tocaba un partido en el que no jugáramos bien pero que puntuáramos. Es un empate muy importante y también el dejar el marco a cero después de tantas jornadas encajando goles. Una reivindicación de Jorquera el que parara el penalti".