Pipo no obra milagros

Juntó sus manos y las levantó al cielo Camuñas pidiendo perdón a la grada de Chapín, que lo disfrutó durante tres temporadas. Corría el minuto 82 del partido del debut del proyecto argentino del Xerez, que ha nacido de una forma casi idéntica a como murió el de Ziganda. Nadando, hasta morir asfixiado en la orilla. Osasuna, sin exponer demasiado y aprovechando el bajón clásico del colista en las segundas mitades, se ganó los tres puntos gracias a ese gol del ex azulino. Y Pipo Gorosito, con su debut arruinado.

Camacho tenía bien estudiado al Xerez y no se dejó amedrentar con el esfuerzo de los locales en la primera mitad. Le tocó la espalda a Masoud, y éste, en sólo diez minutos, ofrecía con un buen cambio de orientación un balón que Juanfran cupo convertir en centro, y Camuñas, en el gol de la victoria. El equipo rojillo ganaba así tres puntos de oro para consolidarse en la zona cómoda, en lo que fue su segunda victoria seguida en Liga. Ahora espera con moral la vuelta copera de cuartos con el Racing, en el Reyno.

La chispa del efecto Gorosito se diluyó en sólo ocho minutos. El Xerez salió al terreno de juego convencido en que lo mejor era presionar arriba, juntar las líneas y esperar un detalle de calidad de sus atacantes. Pero se topó al arrancar con la realidad que lo está hundiendo en su primer año en la élite. El primer jarro de agua fría llegaba tras un buen remate de Pandiani, que obligaba a Renan a lucirse. Monreal, sin embargo, aprovechó el rechace y de un fuerte zurdazo estableció el primer tanto de la tarde.

Reacción.

No se amilanó el equipo de Gorosito. Con Federico Souza debutando en el palco, el equipo azulino supo reponerse del palo recibido. Momo fue clave en la reacción. En la mediapunta funcionó aportando lo que de él se esperaba. Su guante en la zurda. De sus botas nacía el tanto del empate, tras asistir con clase a Mario Bermejo que, esperándole en el área pequeña, acertó con el remate de cabeza. Un gran gol que igualaba el partido.

Durante toda la primera mitad, el Xerez se defendió bien de las escasas ocasiones que el Osasuna, generalmente al contragolpe, le asestaba. Pero fue tras la reanudación cuando poco a poco, la reacción y el revulsivo del nuevo entrenador se fue apagando. Las entradas de Abel, Viqueira y Michel no produjeron el efecto deseado en el Xerez, y el Osasuna fue cogiendo metros en el campo. Juanfran intentó hacer daño, tanto en sus entradas por su banda como por los rechaces que intentaba aprovechar. Pero fue Masoud, con ese gran cambio de orientación, el que desniveló el partido. El Xerez, pese al cambio de entrenador, sigue viviendo en el fango. Necesita refuerzos y que Gorosito dé con la tecla.

Lussenhoff ya está en Jerez

Al final, el que va a ser presentado hoy como máximo responsable del aparato deportivo del Xerez, Federico Lussenhoff, pudo presenciar el directo el partido en el palco. Souza, por su parte, también debutó en el estadio.