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Nano

"Me faltó carácter, pero no desesperé y ahora estoy volviendo"

Fernando Macedo (La Coruña, 1982) está jugando de nuevo su mejor fútbol en el Numancia. El año pasado lo vivió en Segunda B. Parecía que lo habíamos perdido...

Tomás Guasch
Nano.

Me sorprendió saber que ha sido usted padre. Lo que corre el tiempo, ¿eh?

De Daniela, hace un mes. ¡Vaya experiencia! Treinta y pico días de vida tiene y ya le cambió la cara. Y sí, el tiempo pasa. Tengo ya 27 años

Un esguince de tobillo le apartó del partido de ayer. Pero le vimos frente al Betis y nos recordó al Nano que vimos llegar al primer equipo del Barça. Hablando del tiempo: ¿piensa que lo ha perdido?

Pienso que en el Numancia he vuelto a sentirme futbolista.

El año pasado jugó en el Racing de Ferrol, en Segunda B. Pintó a prematura cuesta abajo, en plan imparable.

No. Simplemente no encontré equipo, me entrenaba con ellos y me propusieron firmar. Fue una experiencia. Siempre pensé, y sigo pensando, que tengo condiciones jugar en Primera, en los grandes estadios. Jugué bien, con continuidad, por fin no aparecieron las lesiones y llegó el Numancia. Ahora sueño con volver con ellos a Primera; han confiado en mí, sería la mejor manera de acabar con esta mi nueva etapa en el fútbol. Yo no me daba por muerto, ¿usted lo creyó?

Estamos aquí porque seguimos pensando que usted no ha alcanzado todo lo que podía en el fútbol. En cuanto supe que le habían reclutado en Soria le seguí pensado que ojalá fuera usted el que puede ser. Siempre me pregunté por qué se fue del Barça.

Porque no veía claro mi futuro y porque me llamó el Atlético de Madrid.

¿Aquél Barça no confiaba en la cantera?

No era lo de ahora.

Debutó en 1999, en una Supercopa con el Valencia. Va para 11 años Y se salía.

Así fue. Louis Van Gaal me dio aquella oportunidad, 17 años tenía Se portó muy bien conmigo, es un gran entrenador y una buena persona a la que no se le hizo justicia aquí. El caso fue que yo estaba a caballo entre el primer equipo y el filial, se fue Van Gaal, llegó Frank Rijkaard, me quedaba un año de contrato y pensé que mi etapa en el Barça B había terminado. Hablé con el club y me dijeron que lo del primer equipo lo tenía complicado. Apareció el Atlético y no dudé.

¿De haber seguido Van Gaal en el Camp Nou hubiese cambiado su historia?

Quizá, pues confiaba en mí. Pero aquel Barça no era éste, aquel vivía en un agujero negro importante. Se sucedieron los cambios de entrenador, de presidente Yo conocí a Van Gaal, Serra Ferrer, Rexach y Antic en el banquillo, arriba se fue Núñez y llegó Gaspart Apostar por la cantera es mucho más sencillo si ganas. Y si hay calidad en la base, por supuesto.

Ya.

Nosotros lo tuvimos peor, meter gente joven con el equipo perdido, ¡uff! Y más para un delantero como yo, pues el Barça trae siempre a los mejores en esos puestos. Lo de Bojan es un milagro, está ahí abriéndose paso entre Etoo, Ibrahimovic, Henry, Messi De esa categoría, en una cantera salen cuatro o cinco en un montón de años. Leo es uno. E Iniesta, que era crack a los doce. Jugamos dos años juntos en el Barça B y cuando subió desde el juvenil ya destacaba, se veía que iba a llegar. De aquella etapa mía me quedo con él y con Luis Figo como extranjero. Me encantaba, me ayudó mucho además.

Se comentó que por entonces a usted le fallaba la cabeza. ¿Fue verdad?

No creo. Yo quería quedarme en el Barcelona, pero llevaba ya cuatro temporadas allí y quería más. En el Manzanares viví un buen primer año con Gregorio Manzano, pero el segundo la cosa se torció. Lo empezó César Ferrando y no hubo suerte, con mucho cambio de jugadores y mucho lío. Al final acabé en el Getafe, pero una lesión importante me impidió coger el tren. Desde ahí empecé a bajar, es cierto. Estuve en Cádiz: un primer año bueno, pero el segundo descendimos a Segunda B Fue un palo tremendo, por el club y por mí mismo. Fíjese que el año pasado esperaba una oferta de algún equipo de Segunda, no pedía más que eso... y no llegó. Estaba en Coruña, mi tierra, y salió lo del Racing

Con 16 años le cortejó el Arsenal.

Sí, estaba en edad juvenil. Fuimos campeones de Europa Sub'16 en Chequia y me vieron jugar. En aquel equipo coincidimos Víctor Valdés, Reina, Arteta, Rubén, ahora central del Mallorca, Navarro, Líbero Parri Fui seguramente el primer chaval español al que Wenger quiso, más tarde lo logró con Cesc. Y sí, estaba todo hecho, incluso casa en Londres tenía, cuando Serra Ferrer y Núñez pidieron reunirse con mis padres, lo hicieron y me quedé.

El Arsenal le ofreció un contrato por 100 millones de pesetas de 1998, ¿verdad?

Bueno Digamos que el Barcelona me igualó la oferta.

Vale. ¿Pero se arrepintió de quedarse?

No. En la vida hay que tomar decisiones y yo opté por no moverme. Eso sí, mucha gente opina lo contrario, que me hubiera convenido irme a Londres. Pero cerré página en el momento en que llegamos al OK con el Barça.

Imagino que el plan era jugar con el segundo equipo e ir subiendo.

Sí, mi destino era el equipo de reservas y entrenar con el primero; lo mismo que vivió Cesc. Mire, mi problema no ha sido éste o aquél club, han sido las lesiones, la falta de continuidad que suponen, lo que te aparta de la titularidad.

Correcto, pero algún error habrá cometido usted para que su carrera no haya sido el cuento de hadas que parecía.

Sí, sí, claro. Parte de culpa es mía, soy el primero que admite que me faltó carácter. Me lesionaba, volvía, no entraba en el equipo, me ponía a pensar que no iba a jugar más Tenía 20, 21 años. Ahora, con 27, lo veo todo distinto. Es lo de siempre: la experiencia la ganas con la edad, muchas veces a base de golpes. Está claro que con lo que he vivido reaccionaría de otra manera si pudiera dar marcha atrás. Pero no me deprimo por ello. Ahora me veo fuerte, capacitado, estoy contento en lo personal, lo familiar, lo deportivo No he resucitado, pero casi. La mía es una historia, en efecto. No es frecuente llegar tan joven a un Barça y estar con 27 años en Segunda B Mi reto es volver y creo que lo haré.

Mucho les debe a Pacheta, que lo fichó, y a Gonzalo Arconada, que le está dando confianza.

Por supuesto. El Numancia hace las cosas bien, sabe cuáles son sus posibilidades y las exprime perfectamente. Ahí están sus ascensos, sus pelas dignísimas en Primera con el presupuesto que todos sabemos. Arconada fue el entrenador del último ascenso, hace dos años. Y estamos empujando todos para que lo sea también el de éste. Ellos confiaron en mí, esa se la debo. Y lo haré, me queda mucho fútbol si las lesiones me respetan. Ya ve que siempre acabo en lo mismo, en las lesiones. Es que lo he pasado muy mal Pero, vamos, normalmente, seis o siete años de fútbol me quedan.

Es usted un tipo optimista.

Nunca me desesperé. El año pasado me puse como objetivo jugar bien para que un club de Segunda A se fijara en mí y fue el Numancia. En Ferrol coincidí con Paco Corredoira, que había jugado en Soria, y su influencia fue decisiva. La ciudad es tranquila, perfecta para vivir; el club sabe lo que quiere y yo, también.

¿Y lo del ascenso?

¡No queda nada! Esta categoría nuestra es terrible por competida, por lo larguísimo del calendario. La Real Sociedad y el Hércules están muy fuertes, pero habrá pelea hasta el final, lo sabemos todos. Y están el Betis, el Rayo, el Cartagena, alguno que se subirá al carro Nosotros estamos bien, el equipo va mejorando en todos los terrenos, la ilusión es enorme. Pero queda más de media Liga y hablamos de eso, de una Liga entre 22 equipos. Una eternidad. Pero, vamos, yo me levanto cada día pensando que no tengo más objetivo que volver a jugar el año que viene en Primera.

¿Y como buen coruñés no le gustaría jugar en el Depor?

Me encantaría, es el equipo de mi ciudad Pero no se ha dado la oportunidad y, la verdad, hoy por hoy sólo pienso en el Numancia.

Buena elección.