Liga BBVA | Málaga 1 - Getafe 0
A falta de Miku, Baha
Un golazo del marroquí saca al Málaga del descenso
Transcurría el minuto 84. Jesús Gámez se sacó un magistral centro desde la banda derecha y Nabil Baha entró con valentía, decisión y arrojo para empujar ese balón que terminó en el fondo de la red. Fiesta en La Rosaleda. Y malestar entre los jugadores del Getafe. Consideraban que el franco-marroquí había cometido falta sobre Cata Díaz. Nada. El gol subió al marcador y le dio al Málaga tres puntos más valiosos que cualquier tesoro rescatado por el Odyssey. Porque sale de los puestos de descenso, donde ha estado doce jornadas sumergido. Stop para el Getafe que, decididamente, le había echado el galgo a los lugares clasificatorios que dan derecho a jugar en la exquisita Europa.
La jugada que marcó el devenir del partido se produjo en el minuto 31. Boateng veía su segunda tarjeta amarilla por zancadillear a Apoño. Una acción absurda del ghanés, que ocho minutos antes ya había sido amonestado a causa de una entrada por detrás a Mtiliga. Merecida expulsión.
Arrojo. A pesar del inconveniente que siempre supone tener que jugar con uno menos, el Getafe no se arrugó. Buscó alternativas y encaró el envite con valentía. Las mejores acciones partían de Manu del Moral, mucho más letal y eficiente cuando huía de su banda natural donde el enorme Jesús Gámez era dueño y señor. Una de esas arrancadas desembocó en el límite del descanso, en una acción donde Munúa, con sobriedad, desbarató una acción con Pedro León solo y listo para marcar. El uruguayo, en excelente estado de forma, había desbaratado media hora antes un uno contra uno con Casquero, reclamado como penalti por el talaverano. No existió. Más claro pareció uno que Celestini hizo a Juanito (minuto 43) con el mismo agarrón de Iván González a Fernando Llorente, penalizado la semana anterior por Pérez Burrull.
El partido transcurría. El tiempo pasaba. El Málaga no asustaba con los miles y miles de balones bombeados que Codina neutralizaba. Pero el Getafe sí. Soldado (un pedazo de delantero) remató con pólvora un par de veces, una de ellas con una preciosa volea. No se notaba que los azulones jugaban con 10. Y para colmo, a los 55 minutos se lesionó Apoño tras dar un pase. Rotura fibrilar en el cuádriceps derecho. Los problemas crecían.
Más por casta que con cabeza y contagiados por el empuje del grandísimo Gámez y la sobriedad de Weligton, el Málaga embotelló a los madrileños. Así llegó el gol de Baha, que no marcaba desde la primera jornada. Un jugador maltratado por la grada, pero que se mata en el campo. Celebró su gol con el tunecino Benachour rezando. El Getafe, que bloqueó la cesión del venezolano Miku, se encontró con la motivación de Baha, que además pudo marcar dos goles más.