NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Espanyol 2 - Zaragoza 1

Cristian Netzer Álvarez

El portero perico se inventó el 2-1. La defensa del Zaragoza regaló el 1-0 y el 1-1 fue de Moisés en propia puerta. Marqués revolucionó el juego local.

Tomás Guasch
Cristian Netzer Álvarez

Estaba todo muy parejo y respondiendo al guión. El gol del Espanyol lo había metido un mediocampista, Verdú, y el del Zaragoza, un perico (Moisés) en propia puerta. Los delanteros trabajaban, pero puerta no veían. Empezaba a ponérsele cara de empate al partido aunque es cierto que achuchaba más el Espanyol cuando apareció Cristian Álvarez en plan Netzer, Gunter, aquel 10 alemán que recibía la pelota y la mandaba 80 metros (o así) p'alante con precisión suiza. Ha habido otros, pero como él...

Fue tras un ataque del Zaragoza que el portero argentino del Espanyol conjuró por alto. Y como hacía Netzer, vio la segunda jugada antes que nadie. Dio un pasito y se inventó el pase del partido. Un balonazo largo, dulce, que dejó a Callejón en ventaja ante Ponzio, al que superó en carrera, quebró al entrar en el área y disparó con violencia. Carrizo sólo pudo rechazar en corto y allí que apareció Marqués, el deseado por la parroquia local por su velocidad y sentido vertical del fútbol, para remachar el que sería el tanto del triunfo de su equipo.

¿Merecido? Pues por poco margen, pero sí. Sobre todo porque el Zaragoza sigue sin meter un gol propio con Gay y eso le está condenando. El de ayer a su favor fue cosa de Moisés Hurtado, que desvió un saque de falta de Jorge López en lucha con Arizmendi. Más tarde, el centrocamopista blanquiazul se retiró lesionado. No fue su tarde. Como no lo fue la de Pennant, exasperante lo suyo, y los presuntos puñales del Zaragoza en un partido rarillo, sí. El marcador lo abrió Verdú a pase de Carrizo. Una broma. Un balón en profundidad de Pareja pasó por delante de al menos cinco defensores zaragocistas sin que ninguno fuera a por él, llegó hasta el portero que despejó al tun tun: tun tun era Verdú, que no desaprovechó el regalo.

Más tarde empató el Zaragoza, que llevó la rareza al extremo. Tuvo al mejor futbolista del partido, el chico Ander Herrera, y no lo aprovechó. Ocho veces cometieron falta sobre él los jugadores de Pochettino, conscientes de que cuando agarraba la pelota les podía pasar algo, nada bueno. Pero acompañarle, lo que se dice acompañarle, no lo hizo nadie. Una vez Lafita, otra Jorge López, alguna vez que bajó a combinar Arizmendi Pero poco para inquietar de verdad a Cristian, que como siempre que juega está bajo sospecha para muchos, más que por sus virtudes y defectos porque no lo hace Kameni. Ayer demostró que puede suplir con guapeza la ausencia del camerunés, destinado a la Copa de África.

El partido de los seis puntos lo ganó el Espanyol que tuvo más ritmo e intención cuando apareció Marqués. En realidad, ambos equipos están esperando a ver qué les aportan sus fichajes de invierno,. Ayer aterrizó en Barcelona Osvaldo, delantero del Bolonia que llega cedido. Por Zaragoza está ya el chileno Suazo, al llegar Colunga... Delanteros. Y a uno le quedó ayer la impresión de sí les falta un matador a los dos, pero sobre todo fútbol, continuidad. Sobre todo al Zaragoza, que dejó una huella de equipo tristón, preocupado por su suerte. Ha pasado por un calvario, pero, y por poner un ejemplo, este Lafita no tiene nada que ver con aquel del Depor, de talante alegre, atrevido, que despertó el interés de muchos clubes y acabó protagonizando sin querer una guerra entre deportivistas y blanquillos.

Los deberes.

Bien plantado atrás, el Espanyol no sufrió en defensa más que en los pelotazos a balón parado que puso Jorge López. Pochettino parece haber cerrado la hemorragia de goles que sufría su equipo. Cayó en Valencia en el último instante y ayer sólo encajó en una jugada desafortunada. El Zaragoza, sin embargo, sufrió en las dos áreas, no se manejó en ninguna con autoridad y solvencia... y seguramente por eso perdió. Y porque al portero rival se le encendió la bombilla en la jugada del partido. Hizo los deberes el Espanyol, que se fijó como clave ganar ayer y dentro de dos jornadas al Mallorca, en casa. El Zaragoza sigue suspendiendo.