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Liga BBVA | Real Madrid - Mallorca

"Hay que estar tranquilos, ¡Kaká es un fenómeno!"

Sus compañeros, seguros de que el brasileño será decisivo.

<b>SE LE ESPERA. </b>Kaká volvió tras su pubalgia y no cuajó un gran partido, aunque sus compañeros confían en él.

Kaká regresó ayer después de su obligada cuarentena por una pubalgia. El brasileño estuvo voluntarioso, pero entre la falta de ritmo y la nevada no logró realizar la gran faena que el madridismo está esperando de su enorme categoría. Pudo hacer un gol y mandó al limbo una ocasión inmejorable. La afición que ayer medio poblaba el Bernabéu desafiando a las condiciones climatológicas le despidió con una tibia ovación, como diciéndole que le siguen esperando y que no dudan de él.

Los que no dudan de él son sus compañeros. Tras el partido, haciendo un rápido sondeo sobre cómo veían al brasileño, coincidían: "Lleva muchos días sin jugar y no era el mejor momento para demostrar nada. Y estuvo muy activo. No se le puede exigir demasiado en un partido como el de ayer y ha cumplido". Pero, evidentemente, de Kaká se espera mucho más y uno de los suplentes, a quien el brasileño le tapa el puesto de alguna manera, comentó: "Hay que estar tranquilos, ¡Kaká es un fenómeno! Y lo va a demostrar en el Real Madrid". Los dirigentes tampoco dudan de él.

Zona noble.

Lejos del césped, en el palco del Santiago Bernabéu, hubo que modificar el protocolo. A primera hora de la tarde empezaron a darse bajas por aquello de la copiosa nevada que empezaba a caer ya sobre la capital de España. Cuando parecía que no iba a haber un llenazo como suele darse en el palco madridistas, se apuntaron un buen puñado de políticos presentes en Madrid con motivo de la recién estrenada presidencia española de la Unión Europea.

La presidencia de la UE de José Luis Rodríguez Zapatero fue uno de los motivos para que el césped aguantara la persistente nevada. Además del buen hacer del jardinero fichado del Arsenal (otra buena herencia de la etapa anterior), la gran bandera europea evitó que cuajará antes la nieve.

Con motivo de ese asunto político, Diego López Garrido, secretario de Estado para la Unión Europea, fue el encargado de realizar el saque de honor antes del inicio del encuentro. López Garrido, en su juventud, soñó con jugar en ese estadio y estuvo cerca de hacerlo porque fue jugador del Real Madrid. Ayer le tocó dar inicio al partido y se llevó una pitada del respetable. El político socialista fue víctima de la crisis económica y los aficionados madridistas personalizaron en él el descontento por la coyuntura. En el palco, los directivos blancos comentaron esos silbidos: "A la gente no le gusta que un político haga el saque de honor", afirmó un directivo, mientras otro recordaba una anécdota de hace años: "Una vez José María Calviño, entonces director general de TVE, hizo la entrega del trofeo al tercer clasificado del Teresa Herrera y Riazor le pegó una pitada monumental. Cuando subió al palco, nos comentó: ¿'Habéis visto cómo ha pitado la gente al árbitro?". Seguro que López Garrido, madridista de pro que además estuvo a punto de jugar en el primer equipo del Madrid, se lo tomó anoche con el mismo humor.