Liga BBVA | Valladolid 0 - Atlético 4
Reyes brilló y corrieron todos
Quique aparcó los cambios, pero la actitud fue otra. Forlán, titular y gol. Reyes marcó y asistió a Jurado. Kun salió y mojó. El Valladolid, sólo Diego Costa
Jugaron los mismos, pero fueron otros. Quique prometió cambios tras la debacle de Huelva y amagó con hacerlos (y gordos) en el entrenamiento del viernes, pero a la hora de la verdad Forlán y Simao, los dos pesos pesados que apuntaban al banquillo, fueron titulares. La goleada ante el Valladolid, superado toda la tarde, da un respiro al técnico, que podrá jugar ahora la carta del motivador, cuando antes del inicio la sensación en el entorno era la del derrotado por el vestuario. La lectura acertada se sabrá a medio plazo, pero ayer el Atleti dio una exhibición de actitud, de presión, de intensidad... Lo opuesto al que se vio en Copa. Que me lo expliquen...
El Valladolid sólo simuló presentar oposición durante los primeros cinco minutos. Cuando Diego Costa bajó un par de balones de espaldas e inventó peligro. Si, como parece, ha amueblado la cabeza, el brasileño lo tiene todo para ser una estrella: físico, calidad y ganas. Hasta lo mejor de su rival fue ayer una buena noticia para los rojiblancos, porque el delantero blanquivioleta volverá al Manzanares en verano y porque Domínguez le dio réplica en un duelo precioso. Que el Atleti tenga un central bueno, joven y de la casa no es una mera alegría, es hallar agua en el desierto.
Pero el partido se inclinó rápidamente hacia los visitantes. Raúl García y Assunçao lideraron una presión muy intensa que condujo a muchos robos en mediocampo. A partir de ahí, las líneas adelantadas de Mendilibar, que en tantas ocasiones han sido una pesadilla para el Atleti, fueron ayer una bendición. Cada pérdida dejaba vendida a la defensa, con más espacios a su espalda que las gradas en la última jornada de Copa.
El que mejor lo entendió fue Raúl García, que ayer recordó lo que prometía cuando apareció en Osasuna. Apretaba al rival, robaba y buscaba en profundidad al compañero con más ventaja. Así encontró a Reyes a los 16 minutos y el utrerano, con esa calma que le hace frustrante cuando está mal y genial cuando está bien, esperó la llegada de Jurado para regalarle el gol. Y a los 32', el desmarque que vio Raúl García fue el de Forlán, que recordó al del curso pasado aguantando el choque con Nivaldo y cruzando ante Villar. Mendilibar buscó la reacción quitando de inmediato a Nauzet para meter a Marquitos, intentando aliviar la soledad de Diego Costa, pero nada cambió.
La puntilla. Tras el descanso, una media vuelta fuera de Canobbio insinúo una pizca de emoción, pero Reyes se encargó de evitar cualquier malentendido con un golazo, su primero con el Atlético tras 60 partidos oficiales. El Atleti bajó el pistón y el Valladolid los brazos, así que el partido estaba condenado a una resolución tediosa hasta que reapareció Agüero. Un par de regates, una buena arrancada y un gol de esos tan suyos donde todo parece facilísimo sin serlo. Dos toques: control y remate. Cuánto le ha echado su equipo de menos...
Y así se marchó el Atleti de Valladolid, con un sabor de boca fantástico, demostrando otra vez que responde cuando se ve acorralado, sintiéndose legitimado para criticar a los críticos, soñando con la remontada ante el Recre... La pregunta es ahora cuánto les durará este impulso. Meses, semanas, días o sólo horas. He ahí la cuestión.
El detalle: Agüero jugó un mes más tarde
Finalmente, Agüero no fue titular, pero sí volvió a jugar tras más de un mes parado por una sobrecarga en el abductor derecho. Su último partido había sido la victoria rojiblanca en Jerez del 5 de diciembre y, desde entonces, se había perdido tres partidos de Liga y uno de Copa. Kun entró al campo en el minuto 72, ya con el encuentro resuelto, pero le dio tiempo a marcar un buen gol.