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Liga Adelante | Numancia 3 - Betis 0

El Betis agoniza, Tapia se ahoga

La derrota deja al técnico en el alambre. Otro pésimo partido lejos de Heliópolis. Mal en defensa y pobre en ataque. Y el ascenso se va alejando

<b>CONTRASTE. </b>La cara de los jugadores béticos era todo un poema. Dani y Pavone, con los brazos en jarra, no pudieron hacer nada contra el ciclón numantino.
CONTRASTE. La cara de los jugadores béticos era todo un poema. Dani y Pavone, con los brazos en jarra, no pudieron hacer nada contra el ciclón numantino.

Sólo había que ver la carita que se le quedó a Carlos García tras el pitido final del colegiado Del Cerro Grande para comprobar lo que de verdad es este Betis. Un gesto con su boca que reflejaba impotencia, nerviosismo, incapacidad, miedo y un largo etcétera de adjetivos, todos ellos con carácter negativo. Parece que este Betis es capaz de superarse a sí mismo, de mejorar cada 15 días sus funciones circenses lejos de Heliópolis. Otra vez, y ya van unas cuantas, el beticismo se quedó helado, y no sólo por el intenso frío, por el hazmerreír de su equipo, al que ya pocos rivales le tienen miedo y al que casi todos le han perdido el respeto. También incluso algunos de sus futbolistas, que tiran la camiseta de las 13 barras allá donde juegan. Ayer, ante un rival que aspira a priori al mismo objetivo, volvió a evidenciar síntomas de muerte lenta y dolorosa, sin tener una medicina que le alivie lo más mínimo.

Quizás en este terremoto deportivo, otro más en La Palmera, sólo sea Lopera el único con la posibilidad de encauzar el rumbo perdido de su equipo. Si vio ayer a su Betis pudo comprobar que no se salva casi nadie y que la apuesta por Tapia puede tener punto y final más pronto de lo esperado. Al técnico de Baena se le ha acabado el crédito, sobre todo cuando su equipo repite constantemente los errores y no encuentra la fórmula para evitarlos. En Los Pajaritos, el Betis evidenció de nuevo una alarmante falta de ideas, de entrega y de calidad, que no quedan resueltas con la entrada de dos delanteros ya con marcador adverso. Y es que el error se había cometido mucho antes.

Ese error, y otros más, sobre todo envueltos en una derrota muy dolorosa, deja a Tapia en el alambre y ya con la sombra de varios entrenadores a su espalda, entre ellos Juande Ramos. En las próximas horas el beticismo escuchará otros nombres más o menos ilusionantes, pero la realidad es clara: este Betis, el de Soria, como en otras de sus visitas esta temporada, no está al nivel de muchos rivales de Segunda. Aunque cuente con campeones de Europa o jugadores que dicen tener cartel.

Sin argumentos.

Desde el minuto uno hasta el 93 el Betis fue incapaz de crear peligro. De hecho, no tiró ni un córner y apenas hizo trabajar a Navarro. Sólo Dani, que sí está por la labor, llevó un halo de esperanza, pero será tenido en cuenta para otras semanas. Porque ayer en Soria no bastó, sobre todo tras el gran partido de Nano, que desarboló por completo primero a Nelson y luego a Damiá. Parecía el mejor extremo de la historia al lado de los jugadores béticos. En su primera acción, sirvió un buen centro a Del Pino, que se adelantó a Fernando Vega para batir a Goitia de cabeza. Fue el primer mazazo para los de Tapia, que ya se olía una tarde para olvidar.

Ni Sergio García ni Mehmet Aurelio ni ningún otro compañero era capaz de asustar al Numancia, tranquilo en todo momento. Más aún tras la reanudación, cuando Nano aprovechó un balón suelto dentro del área verdiblanca para aumentar la ventaja. Esta vez le tocó a Rivas salir en la foto, con la ayuda inestimable de Damiá. Fue el golpe definitivo a la hundida moral del Betis, que con cualquier toquecito ya ve las estrellas. Mikel Álvaro, también de cabeza, sentenció el encuentro poco después y volvió a demostrar las carencias de los centrales verdiblancos. Lo que ya no es noticia esta temporada.

La derrota conduce al Betis a una situación deportiva inaguantable, casi tan lejos del ascenso como del descenso (a Segunda B), y en la que tienen mucho que perder su afición y también Tapia. Porque la ilusión está por encima de todo y también porque es más fácil destituir al entrenador que poner de patitas en la calle a toda una plantilla. Lopera tiene la llave para cambiar el rumbo de su Betis, el mismo Betis que ahora mismo deambula por los campos de Segunda. Incluso mejora sus peores versiones. Como ayer en Soria.

dani volvió a jugar de nuevo con el betis

Dani fue uno de los protagonistas en Los Pajaritos. El trianero, que regresaba a la convocatoria tras muchos meses de ausencia por lesión, tuvo un estreno no deseado, aunque se marchó con la buena noticia de que está para competir. Aún así fue el único que intentó algo distinto en el Betis.