Examen en Montilivi

La Unión Deportiva comparece esta tarde en Girona con la intención de refrendar las buenas sensaciones que dejó su estreno del año 2010 en Elche. Un 2-5 que anestesió de manera brutal su crisis de juego y resultados y le permitió un balón de oxígeno fundamental para cimentar la progresión que demanda. Hoy mide fuerzas a un adversario parejo en potencial y también en hambre de puntos.

Aún así, con los automatismos adquiridos en este arranque fulgurante de enero debería bastar para conquistar esta plaza. El reto, por tanto, está en mantener el nivel, en no bajar la intensidad ni un ápice, en no conceder nada al adversario. Así lo quiere y exige Kresic y todos los saben.

En el bloque amarillo se anuncian cambios como los retornos a la zaga de David García y Pignol, entre otras novedades como la suplencia también la suplencia de Álvaro Cejudo. Retoques, en suma, que han de remar en favor de la causa.

El Girona, por su parte, afronta el primero de los dos compromisos seguidos que tendrá en casa antes de acabar la primera vuelta. Es un reto que todos encaran con la idea de sumar 6 puntos pero que sólo el Hércules ha conseguido hasta la fecha. Lograrlo tendría valor añadido puesto Las Palmas y Albacete -el siguiente- están a tiro de piedra y derrotarlos significaría alcanzar la soñada zona media.

El premio es tan goloso como lógica la prudencia del entrenador a la hora de hacer cábalas. El domingo pasado se conformaba con 4 puntos pero ayer ya ni se acordaba del Albacete. Otros problemas tiene. A parte de lidiar con Sarmiento -fuera de la convocatoria por regresar de vacaciones 4 días tarde- deberá decidir entre Tortolero -con problemas en la rodilla- o dar la alternativa a Cañas en defensa. Menos de fuerza mayor es optar entre Calle o Kiko Ratón en ataque o mantener a Gerard de titular en detrimento de alguno de los pivotes habituales: Matamala y Dorca.

El enemigo, por tanto, acecha con ganas pero en la nave isleña las energías están renovadas y no hay imposibles. Dos semanas atrás se mascaba ruina por la inercia que se prolongaba sin remisión. Hoy ha rebrotado la esperanza. Y Girona es la siguiente estación para seguir creciendo.

Ligero retraso en la llegada a la capital catalana

La llegada de Las Palmas a tierras gerundenses se demoró por una salida tardía del avión en Gran Canaria, de media hora, y una nueva demora en la recogida de equipajes y valijas que transporta la expedición, de aproximadamente 45 minutos. Ambos contratiempos hicieron que Las Palmas no llegue a su hotel de concentración hasta un buen rato más tarde de lo que se le esperaba. Inconvenientes que no deberían minar la moral de un equipo que ha pasado una semana intensa al tiempo que esperanzadora. El propio técnico reconocía en rueda de prensa que esta semana había notado "algo más" de buen ambiente en los suyos. Pero, al tiempo, ejerció de contención sobre cualquier sentimiento que traspasara la mera conciencia de que lo realizado no pasa de ser una victoria, contudente, pero sólo una victoria. Esta tarde, solución a todas las preguntas propuestas.