"Ojalá pueda jugar el domingo en el Heliodoro"

La visita del Barcelona ocho años más tarde lleva grapada esta vez el nombre de Pedro Rodríguez Ledesma, el canario triunfador que ha deslumbrado al mundo con su catálogo de goles. Insólita es su progresión hasta el punto de que ya parece seguro que estará en la convocatoria de Guardiola para venir a la Isla cuando, en realidad, sólo hace unos meses dudaba de que pudiera jugar en el día del regreso azulgrana a la calle San Sebastián. "Ojalá pueda jugar el domingo", afirmó.

"Será un partido grande para el Tenerife y también para mí", dice. Y habla con conocimiento de causa, sabedor de todo el revuelo y bullicio que suscita en estas latitudes un choque gigante como el que se avecina. En cuanto a su rol de hijo pródigo, explica que le hace ilusión volver y jugar en el Heliodoro. "Es hacerlo delante de la gente que me ha visto crecer, de mis padres y de mis hermanos, de mis amigos", expone el de Abades, orgulloso de su trayectoria reluciente y de los éxitos de su Barça. "Es muy grande todo lo que hemos conseguido", subraya.

Además, explica el porqué de su decisión de no celebrar un gol en el Heliodoro. "Sería una falta de respeto hacia toda la gente que me aprecia y me apoya", ratifica Pedro. Eligió precisamente un acto junto a sus más cercanos, en Abades, para explicar una postura que le engrandece. Y eso que jamás jugó de blanquiazul este futbolista que creció en el Raqui San Isidro y por el que el representativo preguntó por primera vez este verano, como otros muchos clubes. Es cierto que pidió su préstamo, pero Guardiola y Pedro lo tenían claro. Su futuro era azulgrana.

Disfrutó del triunfo ante el Xerez el curso pasado

Si juega, será para Pedrito su primer choque oficial en el estadio del Tenerife pero, obviamente, no la primera vez que ha estado en el Heliodoro. Sin ir más lejos, estuvo en la cita contra el Xerez y ganaron los blanquiazules, 2 a 0, en un envite que a Pedro gustó porque "fue vibrante" y sobre todo "por lo que significó". "Me gustó ver a la afición entregada y sobre todo me sorprendió Nino, y su segundo gol", remarca el sureño, que en las últimas fechas ha constatado hasta qué punto es admirado y querido en esta isla. En Navidades halló muestras de cariño allá por donde pasó. Fue abrumador el homenaje que recibió de los suyos en Abades y, el día antes, la multitud que se congregó en Tíncer para verle jugar en un triangular benéfico. "No pensaba que habría tanta expectación", afirmó Pedrito, que tuvo que ser evacuado en coche policial porque eran miles de aficionados los que reclamaban su autógrafo. Siempre generoso, firmó tantos pudo y mantuvo la sonrisa hasta el final.