Caparrós, en el punto de mira de Europa

El futuro de Caparrós está en el aire. El técnico acaba contrato el próximo mes de junio y no hay constancia de dónde entrenará la próxima temporada. Al preparador rojiblanco le tira Bilbao, pero es consciente de que ya ha cumplido tres años en el club y que en este fútbol moderno es muy complicado tener a la grada con una sonrisa permanente durante largo tiempo. Lo de los técnicos de largo recorrido ha quedado ya en reducto de la Premier y algunos insignes del continente, como es el caso del Werder Bremen. A partir de ahí, no hay demasiados clubes con entrenadores de amplios plazos.

El de Utrera está a gusto en el Athletic, aunque la rojiblanca no va a ser la única propuesta que recibirá en las próximas semanas. En Italia ya le quisieron la pasada campaña. Entonces, el técnico lanzó una negativa porque antepuso su contrato en el Athletic a una nueva experiencia. Ahora, sin embargo, es diferente. Tiene las manos libres y podría vincularse con otro equipo en cuanto le apetezca. Los mismos que le fueron a buscar la pasada campaña repetirán intento y no hay que descartar que haya otros integrantes del Calcio que apuesten por realizarle un sondeo. Su fútbol gusta en el campeonato transalpino. Sería toda una aventura.

Tradición.

Hay otro punto del continente en el que también miran con atención los movimientos de Caparrós. En su caso, el seguimiento viene dado por el estirón que han dado muchos de sus futbolistas, a los que los ojeadores de la Premier han hecho un profundo scouting. Es el caso de Llorente, Amorebieta, Javi Martínez o Muniain. Y a partir de ahí se han puesto a pensar en el técnico.

El principal hándicap que tiene es que en la Premier son muy dados a contratar entrenadores de perfil anglosajón, que son los que más conocen las peculiaridades del fútbol británico.

Las ocasiones de técnicos que llegan de fuera son contadas y las experiencias con los que han llegado desde la Liga están divididas entre el éxito y el fracaso. En el primer lado de la balanza están los casos de Rafa Benítez y Roberto Martínez, mientras que en la otra bandeja se sitúa Juande Ramos, que no cuajó en el Tottenham.