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Liga BBVA | Atlético de Madrid 2 - Sevilla 1

Antonio López obra un milagro

El lateral dio la victoria al Atlético en el minuto 94. Renato adelantó al Sevilla y Drago empató en propia puerta. Duscher, expulsado en un partido bronco.

Actualizado a
<b>DE CABEZA. </b>En el tiempo añadido, Antonio López le ganó la partida a toda la defensa sevillista y marcó de cabeza. Nada más conseguirlo lo celebró de esta manera.
DE CABEZA. En el tiempo añadido, Antonio López le ganó la partida a toda la defensa sevillista y marcó de cabeza. Nada más conseguirlo lo celebró de esta manera.

El Atlético llevaba toda la Liga descomponiéndose en los últimos minutos. Así había perdido ya seis puntos ante Almería, Mallorca, Depor y Villarreal, por lo que cuando el partido ante el siempre profesional Sevilla se encaminaba irremediablemente hacia las tablas, el Calderón musitaba "virgencita, virgencita que me quedé como estoy". Pero 2010 parece llegar con ganas de guasa, así que se puso a rizar el rizo hasta originar un tirabuzón completo. En el minuto 94 fue el Sevilla quien cometió un error muy atlético cuando Fernando Navarro cometió una falta absurda sobre Jurado, que no iba a ningún lado. Simao, que no había puesto una bien en toda la noche, la colocó perfecta y allí apareció el héroe más inesperado, Antonio López, para cabecear en carrera con una fe y contundencia desconocidas. Increíble.

La cosa es aún más enrevesada si tenemos en cuenta que Antonio López sólo jugaba debido a las bajas de Ujfalusi y Juanito, que el Atleti ya ha cerrado a Molinaro para el lateral izquierdo y que sólo cinco minutos antes fue él quien hizo la de Fernando Navarro en otra falta ridícula, esta sobre Navas, sólo que el Sevilla no la aprovechó. El destino no es caprichoso, es morboso.

El desenlace dio emoción a un partido que, por lo demás, había sido sosísimo. Quique le dio picante al poner de titular al canterano Ibra, que cumplió pese a que parecía que sus compañeros no le miraban, en un serio aviso a tanto veterano inoperante. Pero si tenemos que hablar de fútbol, hablaremos poco.

Porque las bajas fueron una losa para el partido, muy huérfano de talento. Sin Kun, Kanouté y Luis Fabiano, el foco apuntaba a Forlán y Negredo y ambos naufragaron con diferentes estilos: el uruguayo por exceso y el vallecano por defecto. Uno falló todo lo que tuvo y el otro no tuvo nada. Pocas veces las famosas depresiones de los goleadores son tan de manual como estas.

La primera parte fue una larga siesta en la que el Atleti dominaba a base de actitud y presión, pero sin más peligro que dos disparos demasiado cruzados de Forlán. Mientras, el Sevilla esperaba agazapado, sin saber muy bien si era conformista o se sentía superior sabiendo que llegaría su momento. Cosa que sucedió justo antes del descanso cuando Renato se inventó un cabezazo dificilísimo, con los pies en el suelo y en parábola, para marcar.

Remontada.

Pero el Sevilla de ayer no era el habitual. Sin Zokora su centro del campo no imponía y Navas y Perotti no marcaron las diferencias esperadas. Además, le regaló el empate muy pronto al Atleti, impidiendo así su ataque de pánico. En una jugada donde Forlán lo hizo todo mal (taconazo a nadie y control largo cuando encaraba al portero tras un rechace afortunado en Squillaci), el despeje de Palop chocó en Drago y se coló en la portería. Un cuadro de gol.

Tras el empate, el partido se endureció mucho con Duscher ganándose a pulso la roja y Koné mereciéndosela sin verla. Sólo dos ocasiones frenaron el combate: Forlán tiró fuera un mano a mano franco con Palop y Jurado remató sin fuerza una buena acción individual. Y cuando ya nadie lo esperaba, apareció Antonio López para darle la alegría de la temporada al Atleti y castigar a un Sevilla del que se esperaba mucho y dio muy poco.