Las Palmas remonta y se da un festín en Elche

El partido no pudo arrancar mejor para el Elche, ya que a los 4 minutos, Martí Crespí, a la salida de un córner, botado por Tiago Carleto, cabeceó al fondo de la portería de Pindado, que no pudo hacer nada por evitar el tanto. Los locales, espoleados por gol tempranero, acorralaron y arrollaron a los canarios, que defendían con uñas y dientes su portería, a la que el Elche llegaba con excesiva facilidad y peligro, mientras que los de Kresic sufrían para alejar el balón de su área.

Trejo, a los 25 minutos, remató incomprensiblemente alto, desde la misma línea de gol, lo que pudo ser el segundo tanto ilicitano, tras una espectacular jugada personal de Saúl, que llegó a la línea de fondo e hizo el pase de la muerte ante la pasividad de la defensa canaria.

Las Palmas, a los 32 minutos, en la primera ocasión que remataba a la portería de Willy Caballero, empataría el partido, por medio de Juanpa. El disparo del jugador canario dio en un defensa local y descolocó al meta ilicitano, que no pudo hacer nada.

Trejo, a los 43 minutos, tras una triangulación entre Wakaso, Molina y Saúl, se plantó ante Pindado, al que batió por abajo en su salida, adelantando nuevamente a su equipo antes de llegar al descanso. En los diez primeros minutos de la reanudación, Las Palmas, ante el desconcierto de los locales, que parecían no haber salido del vestuario, no sólo nivelaría el encuentro, sino que se puso en franca ventaja, puesto que marcó tres goles, en los minutos, 3, 6 y 9, por medio de Rondón, Diego León y nuevamente Rondón.

Pepe Bordalás reaccionó e introdujo tres cambios para dar más mordiente a su equipo, dando entrada a Juli, Jandro y Rafa Gómez, que sustituyeron a Santos, Acciari y Trejo, pero no se consiguieron los resultados que se perseguían desde el banquillo, más bien todo lo contrario, ya que el Elche hizo un juego atolondrado, deslavazado, demasiado directo y previsible, ante un Las Palmas muy asentado en el terreno de juego.

La fiesta canaria continuó con el quinto gol de la tarde. Saúl, a los 22 minutos, batiría a Willy en su salida desesperada y por bajo, lo que provocó que la afición ilicitana se marchara resignada de la grada del Martínez Valero, aunque sin abroncar a su equipo, tras una segunda parte para olvidar.