David Fuster
"No pensé que pagarían 500.000 euros por mí"
Si 2009 ha sido especial para alguien, ése es el valenciano. El de Oliva celebró la despedida del año anterior jugando en Segunda con el Elche y ahora lo hace en el Submarino.
David Fuster le va todo muy bien, ¿no?
Sí, no puedo quejarme. La situación es muy buena y ahora estoy muy contento con todo lo que ha pasado.
Porque lo suyo no ha sido un camino de rosas...
No ha sido fácil porque no es sencillo jugar en el Villarreal. Y no lo es incluso ahora, ya que, a pesar de que las cosas van mejor, ni mucho menos tengo la seguridad de hacerlo.
Desde el principio. ¿Cómo y cuándo comenzó en esto?
Lo hice en mi pueblo, en Oliva. A los ocho años. De Juvenil pasé en el primer año al primer equipo del Oliva.
¿Pensó en ser profesional?
No se lo va a creer, pero sí. De pequeño tenía muy claro que sería futbolista. No como lo típico que dicen todos los niños. Lo tenía muy claro.
¿Y de mayor?
La verdad es que no. No pensaba que estaría donde estoy.
¿Cuándo se dio cuenta de que podía ser profesional?
El día que me fichó el Villarreal. Aunque en principio no pensaba llegar tan lejos, la confianza que tenían en mí y el día a día me hizo pensar que era posible.
¿Y eso cuándo fue?
Cuando acabé en el Oliva, tenia ya 20 años. Le aseguro que, si ese día me dicen que ocho años más tarde estaría en Primera División, pensaría que está borracho.
¿Y qué cambió?
Al llegar a la escuela del Villarreal todo cambió radicalmente. Tuve la oportunidad de aprender. Soy de los que pienso que un futbolista siempre puede mejorar. Y aquí te lo dan todo: desde las instalaciones, que son espectaculares, a la gente con la que trabajas.
O sea que si no llega a la escuela amarilla no estaría usted donde está ahora...
Seguro. Y no lo digo por quedar bien. No es lo mismo, respetando a todos, trabajar en un equipo de Tercera a hacerlo en uno de Champions.
¿Usted jugó en casi todas las categorías, no?
En casi todas, no lo hice en Primera y ni en Segunda Regional. Estuve tres años en Preferente, otros tantos en Tercera en Oliva y el Villarreal. Otro en Segunda B con el filial amarillo, en Segunda con el Elche y ahora con el primer equipo.
¿Es un aliciente para la gente de esas categorías?
Puede que sí lo sea. Yo hace dos años jugaba en Segunda B y ahora... Lo importante es no perder la ilusión y sobre todo el buscar aprender cada día.
Sí porque debutar en Primera le ha costado, ¿no?
Sí. Al principio no entraba en las convocatorias y la cosa tenía mala pinta. Incluso jugué aquel partido en Bilbao y no salió como esperaba.
Y después llegó Sevilla...
Fue un paso importante, fue mi oportunidad. Sabía que tenía que aprovecharla y salieron las cosas bastante bien y además marqué mi primer gol. El problema es que perdimos y eso lo empañó un poco.
En el Vicente Calderón fue diferente...
Sí que lo fue. Primero, porque el equipo ganó, nos hacía mucha falta y además volví a marcar y esta vez sí que sirvió para algo positivo.
¿Es especial marcar un gol de ese tipo?
Claro. Cuando lo vi entrar, no me lo creía. Ahí me pasaron muchas cosas por la cabeza: mi familia, mis amigos y mucha gente que sabía que estaban tan contentos como yo.
Pero ni así lo tiene fácil...
Pues no, no lo tengo fácil. Pero ni yo, ni nadie en este equipo. Jugar en el Villarreal no es fácil.
¿Volvemos a lo de siempre, entonces?
Sí, mi carrera es un poco diferente a la habitual en el fútbol pero creo que es muy parecida a la de muchos futbolistas que se quedan por el camino y siguen luchando. Lo único, que yo he tenido suerte. Muchos chavales que tienen calidad y nivel para llegar y triunfar no la han tenido.
¿La suerte de ir al Elche la temporada pasada?
Sí, ésa fue la apuesta que lo cambió todo. Fue un gran año y le debo mucho a aceptar esa propuesta.
Y el Villarreal paga casi 500.000 euros por usted. ¿Se lo esperaba?
Cuando me fui, sabía que existía esa cláusula. Pero no se me pasaba por la cabeza que pudiera pasar. Pero así fue y aquí estoy.