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Liga BBVA | Valencia

Miguel, detenido tras una pelea en un pub lisboeta

Los acompañantes del jugador realizaron varios disparos

Manu Gimeno
<b>EL PUB. </b>A la izquierda, el local en el que se produjo el incidente.
alberto iranzo

Cuando ocurren este tipo de incidentes y el valencianista Miguel Brito está por el medio se debe hablar ya de agravante. El lateral che fue detenido en la madrugada del 25 al 26 de diciembre por la Policía de Portugal cuando se disponía a entrar en una discoteca lisboeta que ya se encontraba cerrada. Un altercado más en su larga lista de actos de indisciplina y líos varios.

Según relató la prensa de su país, el futbolista portugués llegó junto a cinco amigos a un local (alrededor de las 5:00 de la madrugada) y durante la discusión con la gente de seguridad del pub se produjeron varios disparos efectuados por los amigos del che. Dos horas más tarde del incidente Miguel Brito y sus compañeros de correrías regresaron al lugar de los hechos, momento en el cual fueron detenidos por la policía portuguesa.

Sobre las 8:00 horas de la mañana de ayer el valencianista y sus cuatro acompañantes terminaron en la comisaría, donde se quedó detenido el portador del arma de fuego. Miguel fue liberado y mañana, que regresa a los entrenamientos junto al resto de la plantilla, deberá dar las oportunas explicaciones al club. Los dirigentes ches ya no saben qué hacer con el lateral, al que le buscan salida hace tiempo.

Reincidente en estos problemas

No es la primera vez que Miguel se ve envuelto en estos incidentes extra deportivos pues tiene a sus espaldas algún que otro altercado nocturno. El lisboeta tuvo su primer problema el pasado 4 de enero de 2008 en un pub de Valencia en el que se vio envuelto en una pelea en la que acabó su compañero Manuel Fernandes detenido. Esta misma campaña se ha dormido en dos sesiones tras salir de fiesta: no fue convocado por ello ante el Sporting y el Osasuna y esta última coincidió con la foto oficial a la que llegó sin americana, ni corbata. En cuatro años ha perdido aviones de vuelta y no se ha ejercitado, se ha cambiado de ropa en el campo de entrenamiento tras llegar una hora tarde e incluso Emery el pasado año, harto de todo esto, lo mandó un día a hablar con el vicepresidente.