Victor Obinna
"A 2010 le pido trabajo, suerte y más goles"
Victor Obinna pasa las Navidades muy lejos de La Rosaleda, en Nigeria. Pero en Málaga se dejó un equipo feliz, la esperanza del gol que no llega y la cabeza. "Ya estoy pensando en el Sporting", explica. Quiere volver como sea para la cita, pero al nuevo año le pide todavía más.
Después de ganar al Mallorca, pueden disfrutar de unas Navidades tranquilas.
Sí, esa victoria era la vida y el partido, una final. Necesitábamos ganar para demostrar que somos un buen equipo. Creo que se ha visto que el Málaga puede quedarse en Primera y, además, no tendría que sufrir tanto.
Y es que 2009 no se despidió con el mejor partido, pero sí con el mejor resultado.
No mostramos nuestro mejor fútbol, pero sí ánimo y espíritu de superación. Todos estábamos convencidos de que cumpliríamos con nuestra misión. Era importantísimo ganar para nuestra confianza y, también, para nuestra cabeza. Llevábamos una racha de resultados frustrante, donde parecía que el triunfo era un espejismo.
¿Cómo se ha despedido el vestuario antes de irse de vacaciones?
Con alegría, con tranquilidad, pero con el convencimiento de que esto es sólo un respiro. Que en cuanto regresemos, va a haber que trabajar todavía más y buscar esa suerte que tanta falta hace en el fútbol. Ya pensamos en el Sporting.
¿Echa de menos la fortuna Obinna?
Parece que me falta un poco, ¿no? (risas). Siempre juego bien, cumplo, pero me falta marcar. No es algo que me importe cuando ganamos, pero cuando no conseguimos los puntos me pongo muy triste.
Un delantero tiene que tener mucha paciencia cuando el gol no llega
Lo más importante es conservar siempre la confianza. La de tus compañeros, la del entrenador y la tuya propia. Y lo máximo para mí es la confianza de la afición. El público ve que lo doy todo por conseguir marcar y ayudar al equipo. Cuando entre uno ¡Ah! Entrarán todos. Esto funciona así.
¿Siente mayor responsabilidad porque dejará el equipo por la Copa África?
Sí, sí, sí. Eso es verdad. Por eso ganar ante el Mallorca ha sido una liberación. Para el equipo, el entrenador y la afición, pero sobre todo para mí. Mi espíritu siempre está en Málaga y, si Nigeria me deja, quiero venir como sea para poder jugar contra el Sporting.
¿Cómo celebra usted estas fiestas?
Pues después de un viaje muy largo para estar en la concentración de mi selección. Ahí también pasaré la nochevieja y recibiré el año 2010. Es siempre un honor y un privilegio estar representando a mi país.
¿Qué le pide a este 2010?
Trabajo y mucha suerte. Que el Málaga no pase apuros para salvarse y que lo haga haciendo buen fútbol. Y también hacer más goles (risas).
¿Y quedarse en Málaga?
Sería un gran placer. Pero ahí no sólo cuenta mi palabra.