Asenjo salva un triste punto

Liga BBVA | Tenerife 1 - Atlético de Madrid 1

Asenjo salva un triste punto

Asenjo salva un triste punto

El portero le paró un penalti a Nino. El Tenerife tuvo más ocasiones que un gris Atlético. Nino y Jurado marcaron los goles. Sin Kun, nadie tomó las riendas.

El Atleti sacó un punto del Heliodoro y se fue moderadamente satisfecho. Sin faltar a un más que digno Tenerife, esto es como si Springsteen se sintiera feliz porque Bisbal acepta grabar un dueto con él. Un síntoma grave de pérdida de perspectiva. Sin embargo, enterrado en el fango, los de Quique encontraron un motivo de alegría en la gran actuación de Asenjo, la más completa desde que llegó al Manzanares, cuando gran parte de la afición comenzaba a dudar de él. Hasta ahora se le acusaba de no perder puntos pero tampoco salvarlos; desde ayer ya no es cierto.

Porque dentro del tono gris tirando a negro del partido, si alguien mereció llevarse los tres puntos fue el Tenerife, con un Nino magnífico y una mentalidad ofensiva digna de elogio. La lleva en la sangre canaria, pero es que, además, si tienes enfrente a la defensa del Atleti es inevitable sentirte muy confiado en tus posibilidades de marcar en cada ataque. Así, en el primer minuto Nino ya había rematado con peligro y en el tercero, gol.

El tanto tinerfeño fue para verlo. Una falta lateral lanzada por Juanlu, un salto mal medido de Juanito, Alfaro toca en el segundo palo (¡con el pie!) y Nino marca a puerta vacía y solo como si se hubiera duchado con abono. En los últimos años, al Atleti le han hecho este gol con ligeros matices unas tropecientas veces, Dicen que si te engañan una vez el culpable es el otro y si te engañan dos veces ya es culpa tuya. ¿Y si te engañan cien veces de la misma forma, qué es? Una tomadura de pelo, diría yo.

El gol no cambió un ápice el plan del Tenerife, que siguió acumulando hombres en ataque aun a costa de permitir que el Atlético contraatacase a menudo en superioridad numérica. Si Agüero llega a estar sobre el campo, la estrategia de Oltra podría haberse considerado suicida. Pero sin Kun y con Forlán, Simao y Maxi en su triste estado actual, se quedó en un riesgo asumible.

Pese a todo, el Atleti empató pronto tras una buena combinación de Cléber, Forlán y Jurado, pero fue un oasis en el desierto. Nino y Alfaro probaron dos veces cada uno a Asenjo antes de que, en el 42', Pérez Burrull considerara penalti una mano justita de Domínguez. Pero Nino, impecable hasta entonces, lanzó con cierta tibieza y Asenjo se lució, permitiendo a los de Quique irse al descanso sin perder.

Ocasiones.

La segunda parte fue más igualada, aunque siempre con cierta tendencia tinerfeñista. Perea, velocísimo al corte, evitó un gol cantado de, cómo no, Nino y Asenjo detuvo varios disparos lejanos. Sin embargo, en el último tramo y pese a unos cambios muy extraños de Quique, fueron Forlán y Sinama los que pudieron marcar, pero ambos hicieron honor a lo que ahora mismo se espera de ellos y fallaron, el francés con especial estrépito.

Y en el 95', la defensa del Atleti volvió a mostrar su irreal falta de concentración y sentido común permitiendo a Nino rematar con una chilena muy cercana que Asenjo sacó milagrosamente. Quique podría explicarle a los suyos que los cinco primeros minutos y los cinco últimos también cuentan. Así, con la sensación de haber salvado un punto y no de haber perdido dos, llega el Atlético a Navidad. Si tuviera padres, se pasaría todas las vacaciones castigado sin salir.