Liga BBVA | Athletic 2 - Osasuna 0
Yeste lanza en el minuto 1 a un Athletic muy superior
Llorente sentenció en el 12' y Osasuna no remató ni una.
El Athletic no encontró rival ayer en San Mamés. Osasuna acudió dormido a la cita y para cuando se quiso dar cuenta el partido estaba liquidado. Yeste marcó a los 40 segundos y Llorente sentenció en el minuto 12. Con un botín tan jugoso como madrugador, el equipo de Caparrós manejó el encuentro a su antojo. Mereció incluso obtener un margen más amplio en la primera mitad y luego se dedicó a dejar pasar el tiempo, un tiempo que los rojillos emplearon en exhibir su pobreza de ideas y, por añadidura, su nula pegada.
Lo único que certificó el paso del grupo de Camacho por Bilbao fue el nutrido grupo de seguidores llegados de Pamplona, que no dejó de hacerse escuchar. Ellos al menos combatieron el frío y la decepción por el fútbol de los suyos a grito pelado, cumplieron con su parte. Queda dicho que los futbolistas que apoyaron no les correspondieron en absoluto.
El Athletic fue netamente superior. Exprimió su efectividad arriba y se desenvolvió como un solo hombre para mantener los tres puntos a salvo de principio a fin. En lo táctico y en lo físico, no hubo color. La intensidad rojiblanca deparó un encuentro sencillo. En este sentido resultó sintomático que el supuesto ardor de Osasuna no compareciese en La Catedral, tal fue la distancia que separó a los contendientes.
Un inicio arrollador estableció con nitidez el mejor momento actual del Athletic. Resueltas con sendos goles las dos primeras llegadas al área de Ricardo, los rojiblancos manejaron el choque a placer. Durante una amplia fase tuvieron grogui a Osasuna, incapaz de frenar una colección de acciones bien enlazadas, que perfectamente pudieron haber puesto un marcador de escándalo.
Osasuna siguió sin dar signos de enmienda en la reanudación. Ni siquiera la cesión de metros del anfitrión le favoreció porque no halló pasillos y se fue consumiendo sin inquietar a Iraizoz. La entrada de Portillo no trajo nada, aunque él si llegó a exigir al portero con un pase comprometido.