El Atlético de Madrid se encontrará en dieciseisavos de final de la Europa League con la sabiduría de Frank Rijkaard, artífice del Barcelona de Ronaldinho que levantó la ''Champions'' hace tres años y ahora al mando del Galatasaray, donde combina a varios integrantes de la selección turca con buenos jugadores en la recta final de sus carreras como Milan Baros, Harry Kewell o Leo Franco, que volverá al Vicente Calderón.
Apeado de la Liga de Campeones tras sumar tres victorias y tres empates, el Atlético de Madrid no encara un rival menor en su debut en la ''Europa League''. El Galatasaray pasó cómodamente como líder del Grupo F tras sumar cuatro victorias contra Panathinaikos y Dinamo Bucarest y solo perdió ante el Sturm Graz, pero en un choque intrascendente una vez asegurada su clasificación.
El artífice del buen momento del Galatasaray es Frank Rijkaard, que después de un año sabático cambió Barcelona por Estambul, donde sigue perpetuando su apuesta por el fútbol atractivo y de ataque. El conjunto otomano comenzó muy fuerte en su liga y, aunque en las últimas jornadas ha perdido algo de pujanza, se mantiene a un punto del liderato que ostentan Kayserispor y Fenerbahce.
La alineación se construye a partir de Leo Franco, que este verano abandonó el Atlético después de que el club desestimara su renovación. A sus 32 años, el argentino contará con oportunidad de revancha dentro de un combinado que lidera Arda Turan, capitán a sus 22 años y titular en la selección turca.
Turan comparte labores de mediocampo con uno de los mayores activos del equipo, el brasileño Elano, con una treintena de apariciones en la ''canarinha'' y llegado este verano procedente del Manchester City.
Las labores defensivas son responsabilidad de integrantes de la selección turca como Hakan Balta, Emre o Gokhan Zan, mientras que en el ataque comparten responsabilidades varios jugadores extranjeros de éxito que han encontrado acomodo en el fútol turco.
El checo Baros, el australiano Kewell o el marfileño Kader Keita serán las mejores armas de Rijkaard en el Calderón, donde selló una de las mayores humillaciones atléticas (0-6) en los estertores de su etapa azulgrana.
