Lass: "Me sirvió que me compararan con Makelele"

El equilibrio que aporta Lass al centro del campo del Real Madrid ya no es un secreto para nadie. Casi un año después de su fichaje por el club, el galo repasó en la revista francesa SO FOOT las distintas etapas de su carrera y las claves en su camino para convertirse en una de las piezas imprescindibles de este Madrid.

"Pienso que hay cinco pilares básicos en mi éxito como futbolista: mis humildes raíces, mi carrera caótica, una confianza absoluta en mí mismo, Mourinho (su técnico en el Chelsea) y mi llegada al Madrid", reveló. Para Lass, su fichaje por el club blanco fue la recompensa, primero, a su trabajo y, después, a las comparaciones de la Prensa. Lo explicó de la siguiente manera: "Pienso que llegar al Madrid bajo la sombra del nuevo Makelele me ha servido para tener una oportunidad y demostrar lo que puedo hacer en el Bernabéu. La gente quiso ver si realmente jugaba como él y creo que hubo una satisfacción general".

Lass tampoco cree haber tocado techo, más bien todo lo contrario: "Veo a los Balones de Oro de la plantilla entrenando junto a mí todas las mañanas y trabajan más que nadie. Eso hace que aumente mucho mi motivación. ¿Jugar de diez algún día en el Madrid? Por qué no, con trabajo todo se puede conseguir".

Lass echó la mirada atrás, a sus raíces en un gueto parisino de Belleville. Ya mostraba dotes futbolísticas, aunque sus inicios fueron turbulentos. Guy Hillion, su descubridor, recordó en SO FOOT a un chico de 12 años "pequeño y frágil, como un bebé, pero que hacía lo que deseaba con el balón".

Carácter. Sin embargo, recordó su complicado carácter: "Era polémico, ya que no mostraba interés en sus estudios, pero sí en las chicas de su colegio". A Hillion no le falta razón: en dos años, Lass fue expulsado de sus dos primeras academias futbolísticas (Nantes y Le Mans). Con 18 años, en 2003, un Lass mucho más maduro firmó su primer contrato profesional con el Le Havre. Para Hillion, supuso el paso definitivo que le cambió como persona: "Por fin encontró un reto a la medida de sus aspiraciones y se empezó a ver al Lass que conocemos ahora en el Madrid".

En la 05-06, fue traspasado al Chelsea y se encontró con uno de los secretos de su éxito, Mourinho. "Fue clave. Me miraba fijamente y me daba los mejores consejos. Todo lo contrario que Wenger en el Arsenal (su siguiente equipo), del que no aprendí nada porque sólo me dirigió la palabra cuando me marché. Con él nunca tuve una demarcación fija y la acabé por encontrar en el Portsmouth", apostilla.