Mundialito | Atlante 1 - Barcelona 3
El Barça accede a la final a medio gas
Los de Guardiola superaron con facilidad al Atlante a pesar de que Guillermo Rojas adelantara al conjunto mexicano en los primeros minutos de juego. Busquets empató antes del descanso. Messi adelantó a su equipo al minuto de entrar al césped y Pedro sentenció.
El Barcelona solventó con facilidad la semifinal del Mundialito ante el Atlante mexicano y se enfrentará este sábado a Estudiantes de la Plata en un partido que puede otorgarle el único título que falta en las vitrinas de la sala de trofeos del Camp Nou. En el minuto cuatro de partido Guillermo Rojas puso la sorpresa en el marcador del Zayed Sports City tras salvar la salida de Valdés y remachar el primer tanto del partido en el palo izquierdo de la portería culé. Tras el tanto rival, el Barça se mostró impreciso durante un tramo del partido. Busquets empató al final de la primera mitad y Messi adelantó al Barça un minuto después de saltar al césped desde el banquillo. La puntilla la puso Pedro con un gol que le sirve para haber anotado en las seis competiciones disputadas por su equipo en 2009.
El Atlante y el Estudiantes de la Plata eran los dos últimos escollos del Barcelona de Pep Guardiola para hacer historia y sumar su sexto título de 2009. En la final ya esperaba el conjunto argentino, que venció por un gol a dos a los Steelers (campeón de Asia) en la otra semifinal. Para la semifinal ante el Atlante mexicano el técnico azulgrana reservó a Messi y confió en Pedro. Así, el club azulgrana formó de inicio con Valdés, Márquez, Alves, Abidal, Puyol, Touré, Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro e Ibrahimovic.
Todo estaba previsto para que a la tercera fuera la vencida. Tras perder una Intercontinental y un Mundialito en temporadas anteriores, en el Camp Nou veían esta ocasión como la gran oportunidad para alzar por primera vez el título. Pero, contra todo pronóstico y sin tiempo para que los espectadores se acomodasen en sus asientos, Guillermo Rojas se encargó de poner la sorpresa en el marcador con una rocambolesca jugada en la que superó por alto a Alves y Valdés para acabar remachando junto al palo izquierdo de la meta culé.
La oportunidad de la que gozó minutos más tarde Rafa Márquez y que detuvo con problemas Federico Vilar hizo que la ventaja rival se antojara una simple casualidad, pero con el paso de los minutos se vio que no era así. El Barcelona se comenzó a mostrar impreciso en el pase como no se recordaba en él. El Atlante sabía que había logrado lo más complicado, adelantarse en el marcador ante el invencible Barça, y su reacción fue la esperaba. Los de José Cruz retrasaron sus líneas encerrándose atrás dando a los de Guardiola todas las facilidades para secuestrar el balón, algo esencial para elaborar su juego.
En el ecuador de la primera mitad el Barcelona ya era dueño y señor de todos los aspectos del choque, a excepción de lo más importante, el marcador. Los azulgranas no eran capaces de superar el muro levantado por el Atlante en la frontal de su área y probaron suerte sin éxito con tiros lejanos. La intención del equipo mexicano era evidente, defenderse como gato panza arriba ante las embestidas del Barça e intentar sentenciar a la contra. Y para muestra, un botón. Los de Cruz se colocaron sobre el césped con un 5-4-1 en el que nueve hombres defendían y tan sólo uno atacaba.
Ese plan ante el Barcelona de Guardiola suele tener bastantes visos de fracasar. Y así ocurrió. A diez minutos del descanso, un centro desde la banda derecha fue prolongado por Touré y rematado por el canterano Busquets para lograr la igualada en el marcador. Con el empate y el dominio del balón, el conjunto español lo tenía todo de cara para lograr el pase a la final sin demasiadas complicaciones. La recta final del primer acto, que finalizó sin más novedades en el marcador, fue de total dominio culé con ocasiones claras de gol incluídas. Las espadas estaban en todo lo alto para la segunda mitad, eso sí, con un guión muy distinto para cada uno de los equipos. El Barça lanzado al ataque y el Atlante defendiendo a ultranza el empate.
Tras el descanso, el dominio del Barcelona era evidente y el Atlante daba cada vez menos muestra de peligro y de poder poner en aprietos al conjunto español. Para evitar problemas de última hora, Guardiola retiró del césped a Márquez y Touré para dar entrada a Piqué y Messi. El argentino tardó tan sólo un minuto en romper todas las costuras del partido. Un preciso pase interior de Ibrahimovic fue recogido por el diez del Barça para sentar a Vilar y poner por delante en el marcador a su equipo por primera vez en el partido.
Desde ese momento y hasta el final del choque la tónica fue la misma. El Barcelona jugaba a placer y gozaba de oportunidades claras para aumentar su ventaja en el marcador. Mientras tanto, el Atlante intentaba lo imposible, superar a un Barcelona con ventaja en el marcador y dueño y señor de la posesión del balón. Los méritos azulgranas se vieron recompensados en el ecuador del segundo acto con la guinda del pastel. Un pase de fantasía de Iniesta tras una buena jugada individual habilitó a Pedro para que lograse el tercero del Barcelona y lograse también marcar en las seis competiciones que disputó su equipo en 2009.
El Barcelona solventó con facilidad el primer partido del Mundialito y el sábado se medirá a Estudiantes de la Plata con el objetivo de lograr el único título que falta en las vitrinas de la sala de trofeos del Camp Nou.