Todo ascenso a Primera 'requiere' una crisis previa

El Cartagena, que esta campaña ha regalado a sus fieles una racha de once victorias invicto y la condición de líder durante medio campeonato, pese a ser un recién ascendido, vive hoy sus días más complicados. Los de Juan Ignacio apenas han ganado un partido de los últimos cinco disputados: 3 de 15 es el tanteo provisional. Números que han encendido las alarmas pero que, comparados con otras temporadas, no son todavía tan graves.

Y es que las pájaras son constantes en la categoría. No hay más que analizar los equipos que ascendieron durante el último lustro y todos, sin excepción, atravesaron en momentos puntuales crisis muy parecidas, y en algunos casos aún peores, a las del Cartagena. Equipos capaces de pasar más de una vuelta de Liga sin perder (como el Valladolid hace tres años) y que antes o después también tuvieron días malos. Emery, por ejemplo, estuvo al borde del despido en Almería por una crisis similar al principio de LIga y al final le sobró un mes de competición.

El parón y la psicología. El partido del sábado en Valencia supone más que tres puntos para el Cartagena. Teniendo en cuenta la mala racha de resultados de los de Juan Ignacio, ese vestuario necesita un triunfo, o en su defecto un empate, para romper la inercia e irse al parón de Navidad sin la sensación de que el equipo se hunde y con una trayectoria de 3 de 18 que ni los más negativos del lugar se plantean.

Víctor ya la pasó con el Valladolid

El veterano Víctor es el mejor ejemplo de que estos baches son superables. El Valladolid ascendió a Primera hace tres temporadas superando una racha similar y todavía tuvo tiempo aquel equipo de que le sobraran casi dos meses de competición. Chus Herrero, el año pasado en el Zaragoza, o el mismo Clavero en el Tenerife son otros de los ejemplos, junto a Pablo Ruiz con el Real Murcia y Toché en el Numancia, de que estos períodos de crisis son de lo más normal. El caso más espectacular lo vivió otro albinegro, De Lucas, con el Alavés.