Iker fue increpado por un niño antes del partido
Cuatro desveló ayer por qué se descentró el portero

El del sábado, en Mestalla, fue el peor partido de Casillas en lo que llevamos de temporada. El meta falló en los dos goles que encajó el Madrid, estuvo nervioso y dubitativo, algo extraño en él. Pero hubo una situación que le hizo perder la concentración desde el calentamiento...
Cuatro, en su informativo de ayer, desveló cómo Casillas había sido increpado, insultado y molestado por un niño en el fondo norte de Mestalla durante el calentamiento. Desde el primer minuto que saltó al terreno de juego, el capitán del Madrid escuchó insultos como "Payaso", "hijo de p..." o alusiones a su vida personal que no le gustaron nada ("Cayetano, oe, oe").
Manzisidor, preparador de porteros, le convenció para que no entrara al trapo de las provocaciones. Al final, el portero no pudo resistirse y con respeto, pero con cara de pocos amigos, se dirigió al niño: "Ten educación, es lo que tienes que hacer, tener más educación, que tienes diez años".
El chaval, alentado por los aficionados que tenía alrededor, incluido su padre, hizo oídos sordos a la petición de Casillas y volvió a la carga: "¡Payaso, gitano! Vete allí a reñir a los Ultra Sur. Allí no tienes huevos. Eres un chulo de pacotilla, una p... mona".
Sorteo.
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Casillas aguantó el chaparrón, pero eso le exasperó demasiado y provocó que se desconcentrara. De hecho, en el saludo inicial y el sorteo de campos, a Iker le tocó elegir y se decantó por el Fondo Sur, justo el lado contrario donde había sido insultado antes del inicio del partido. Pero los goles llegaron en la segunda parte... Primero Villa y luego Joaquín dejaron en evidencia al guardameta la noche del sábado. Desde ese fondo seguían insultándole y metiéndose con él. Llegó el gol de Garay e Iker expulsó con gritos toda su rabia.
Cuatro hizo públicas estas imágenes ayer. Iker públicamente no se ha quejado del trato del fondo norte. Es más, se ha hecho responsable de los dos goles recibidos. A su círculo más cercano le reconoció su mal partido: "El culpable de los goles he sido yo. No he tenido un buen día, pero el equipo ha jugado muy bien y hemos ganado. Toca trabajar". Tampoco se volverá a poner la camiseta granate que llevó el sábado.



