Además, este triunfo le permite salir de los puestos de descenso y salvar el puesto de su entrenador, Eusebio Sacristán.

Finalmente, el técnico vallisoletano apostó de nuevo por dejar en el banquillo a Roberto Trashorras y situar al joven Iago Aspas en la zona de creación, dejando así la banda para el brasileño Pedro Botelho. Y sin el lucense en el campo, al igual que en Girona, el Celta volvió a ganar.

Desde el inicio los celestes se lanzaron a por la victoria. Los futbolistas de Eusebio eran conscientes de que el puesto de su entrenador volvía a estar en juego, por eso los tres puntos eran tan necesarios.

La plantilla del Celta está con su entrenador, y ante el Elche volvió a demostrarse.

Las primeras ocasiones de los gallegos no tardaron en llegar, pero ni Aspas, en dos, ni Catalá acertaron a batir al meta visitante.

Mientras, el Elche, que llegaba a Balaídos lanzado, también daba muestras de peligro, aunque con la misma suerte en la definición que su rival.

Por eso, hubo que esperar a la segunda parte para ver goles. A los nueve minutos de la reanudación, el lateral Roberto Lago, que sigue esperando por el club para renovar su contrato, sorprendió a todos con un potente disparo lejano que superó a Willy.

Tras el gol gallego, el Elche estiró sus líneas y pudo empatar, aunque su falta de puntería lo condenó, ya que el equipo de Eusebio no tardó en aumentar su ventaja con un gol del central David Catalá, después de un magistral centro de Iago Aspas.

Con el choque encarrilado, el Celta se echó atrás para conservar el resultado y su rival apretó, aunque los de Pepe Bordalás no lograrían recortar la desventaja hasta el tiempo de descuento.