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Liga BBVA | Mallorca - Zaragoza

Objetivo: siete de siete

El Mallorca busca el pleno de victorias en su estadio

<b>EL MAGO. </b>Gregorio Manzano busca el pleno en Son Moix.
centrofoto

Casi 19 meses después, el Real Zaragoza regresa al Ono Estadi, el escenario en el que culminó el mayor fracaso de su historia. Allí se fue a Segunda el Zaragoza más caro, aquella colección de figuras y figuritas que se llevó por delante a cuatro entrenadores y consumó un ejercicio verdaderamente vergonzante. Ha pasado más de año y medio, pero aquel partido, cúmulo de todos los despropósitos, todavía está reciente en memoria. Tan fresco que ha estado presente durante toda la semana, aunque queden ya muy pocos supervivientes: de los que jugaron, sólo Ayala y Gabi, además de López Vallejo, Paredes, Diogo y Pavón.

En otras circunstancias más favorables, el partido se hubiera planteado como una pequeña venganza, pero no está el Zaragoza para pensar en nadie más que en sí mismo. El equipo de Marcelino juega muy mal al fútbol y no le gana a nadie, y hace días que en el club se han encendido las alarmas, pese a que la clasificación no es aparentemente peligrosa.

Lo cierto es que para el Zaragoza y también para Marcelino el pleito de esta tarde no es una final, pero tampoco un partido más. Y no por lo que sucedió hace dos temporadas. El equipo aragonés viene en caída libre desde hace dos meses -sólo ha sumado una victoria en los últimos nueve encuentros, incluida la eliminatoria de Copa frente al Málaga-, y el técnico, cuyo crédito está muy debilitado, está ya a merced de los resultados.

Y Mallorca no es, precisamente, el mejor campo de batalla para jugarse nada.

A Gregorio Manzano, cada verano, le quitan a tres o cuatro titulares, pero puede con todo. Tiene a su equipo sexto y en el Ono Estadi no hay quien le meta mano. Da muy pocas opciones y cuenta sus partidos por victorias. Seis de seis. Su ejecutoria en casa es impecable, todo lo contrario que la del Zaragoza fuera. Y todo ello, pese a los continuos líos institucionales que afectan a un Mallorca que ha cambiado cuatro veces de propietario este año, que arrastra una fuerte deuda y que es más noticia por las denuncias en los tribunales entre sus directivos o la filtración de los sueldos de jugadores y técnicos, que por su formidable puesto en la tabla. Pero ya ha quedado dicho que Manzano puede con todo. Por lo menos hasta ahora, porque nunca ha ganado un partido en el mes de diciembre desde que dirige al Mallorca. Y éste es la primera semana de diciembre.

Vayamos con las novedades. En el Zaragoza se cayó ayer a última hora Pulido, resentido de un golpe en el muslo, así que el lateral derecho lo ocupará esta vez el joven Laguardia. Tampoco está Ponzio por sanción y Marcelino medita un trivote con Jorge López, Gabi y Abel Aguilar, éste más adelantado.

Toda una novedad, porque el técnico no ha dejado de señalar en un año y medio que no ve a Jorge López en el medio centro. Pero las circunstancias obligan. Y el partido es crítico. No definitivo, pero sí muy definitorio. El propio Marcelino es el primero que asume que no puede estar ya mucho más tiempo sin ganar.

Julio Álvarez, novedad isleña

La principal novedad en el once titular del Mallorca en el encuentro de esta tarde contra el Zaragoza será la inclusión de Julio Álvarez en la banda derecha. Esta decisión conlleva dos consecuencias directas: Martí se sentará en el banquillo y el conjunto balear recuperará el rombo, con el acertado Borja Valero enlazando con los puntas: Víctor Casadesús y Aduriz. El resto de futbolistas que saltarán al campo bermellón serán los mismos que lograron un meritorio empate la semana pasada en el difícil campo del Valencia.