Forlán y Agüero alimentan la reacción rojiblanca

Seis de seis. El Atlético de Madrid se ha tomado en serio su remontada liguera y aunque posiblemente no llegue al séptimo puesto antes del parón liguero, como pretendía Quique (a falta de tres encuentros para Navidad, el Atleti suma 13 puntos y el Sporting es séptimo con 20 antes de jugar mañana), los colchoneros han logrado su segunda victoria consecutiva que les permite alejarse de la zona de peligro y ya vislumbran en el horizonte los puestos europeos.

El Atlético de Madrid llegaba a Chapín con el beneplácito de la historia. El único precedente de este partido se vivió en la temporada 2001-2002, cuando el Atleti transitaba por el infierno de la Segunda División. Aquel día, Luis Aragonés ganó la partida a Bernd Schuster (que ahora pretende ahora comprar el club andaluz), gracias al solitario tanto del incansable Carlos Aguilera. Hoy, con Quique Sánchez Flores y Ziganda en los respectivos banquillos, el conjunto madrileño repitió victoria con goles del incombustible Diego Forlán, que ya ha afinado su puntería (suma seis en Liga), y del Kun Agüero, que ha marcado cinco goles en las últimas cuatro jornadas (uno al Madrid, otro al Depor, dos al Espanyol y el de hoy).

Las estadísticas planteaban un partido incongruente. El equipo menos goleador de la competición, el Xerez (4 goles en 14 partidos), recibía al conjunto más goleado, el Atlético de Madrid, que ha encajado 24 tantos en 13 partidos. En definitiva, un partido perfecto para superar complejos. Para ello, Quique Sánchez Flores, en su búsqueda de la solidez defensiva, apostó por Perea y Juanito, de centrales; Domínguez, en la izquierda, y Valera, que sustituyó a última hora al lesionado Ujfalusi, en la derecha. Parece que Pablo Ibáñez y Antonio López han perdido su sitio. Y con razón, porque los rojiblancos ya suman dos partidos seguidos sin encajar gol. Algo que es noticia esta temporada. Por su parte, Ziganda volvió a confiar en Armenteros, Orellana y Bermejo para mejorar su pobre estadística goleadora que, otra vez, quedó intacta.

Quien sí mojó fue Diego Forlán. El uruguayo ha reconocido que no está en su mejor momento de cara a puerta, pero no se le puede reprochar falta de intención. Hoy, después de un par de acometidas fallidas, el delantero aprovechó la autopista de una defensa excesivamente adelantada para plantarse, tras 20 metros de cabalgada, delante de Renan, que no pudo hacer nada ante el zurdazo del '7' rojiblanco (minuto 28 de partido). Por cierto, gran pase de Reyes en el inicio de la jugada. El de Utrera está aprovechando la confianza de Quique, quien ya le tuvo en el Benfica, y el equipo se está beneficiando. Cada vez participa más en el juego del equipo, hoy volvió loco a Casado, y sigue en su empeño de cambiar los silbidos por aplausos en el Calderón. Fuera de casa también se hacen méritos.

Otro que ha agradecido la llegada del nuevo técnico es José Manuel Jurado. Liberado de responsabilidades en la banda izquierda, el canterano del Real Madrid dirige al Atlético desde su nueva posición en el centro, donde forma un rombo con Assunçao. Keita y Bergantiños no fueron oposición para el gaditano, que se movió a sus anchas y casi siempre pisando terreno 'xerezano'. De hecho, el de Mali tuvo que recurrir a los codos para frenar al media punta. Ziganda fue hábil y lo cambió por Moreno para no quedarse con uno menos. Keita, que debió de ser expulsado sobre el campo, vio la roja cuando ya no era de la partida.

Con el 0-1 en el electrónico, Agüero pudo sentenciar en otra galopada de los rojiblancos, que esta vez murió en la mano izquierda de Renan. El brasileño robó la pelota al argentino cuando ya se cantaba el gol. El 0-1 parecía poca renta al descanso teniendo en cuenta los méritos de unos y otros (el Xerez sólo inquietó con una falta de Armenteros, que despejó Asenjo), pero dejar los partidos abiertos es la especialidad del Atleti.

La especulación rojiblanca duró poco. En el 65', Agüero, que no perdona dos veces, afrontó un nuevo sprint hacia Renan, esta vez con mayor decisión, y le batió con un tiro raso cruzado.

Con el partido resuelto, Domínguez vio la roja y Quique reajustó el equipo sacando a Antonio López por Jurado. Antes se habían ido Agüero y Reyes, que dejaron su plaza a Cléber y Maxi. El carrusel de cambios, los parones de juego y alguna que otra intervención de Sergio Asenjo mataron el partido, que prolonga la resurrección del Atlético de Madrid. Se confirman los síntomas de reacción de un equipo que tras la llegada de Quique Sánchez Flores ha ganado en confianza, solidez y efectividad. Por su parte, el Xerez se hunde en el farolillo rojo y Chapín no tiene otra que cantar: "Ziganda vete ya".