Joaquín y Mata allanan el camino a un gran Valencia

El Valencia firmó anoche su triunfo más solvente en esta Europa League. Sobresaliente para los de Emery en su primera final de esta temporada. Y, además, sin Villa y Silva. Pero es que este equipo tiene clase y pegada más allá del olfato del Guaje o de las maravillas del canario. Sin ellos, Unai no dudó y sacó lo mejor que le quedaba para jugar en ataque. Y eso pasaba por ver en acción a Banega, Joaquín, Pablo y Mata, mucha clase para un Lille desbordado en el primer periodo y entregado en el segundo. Porque el aluvión de juego y ocasiones valencianista fue notable, con Joaquín liderando la fiesta. Sin embargo, los dos tropiezos en forma del empate contra el Slavia de Praga impidieron que se pudiera celebrar el pase a la siguiente ronda, algo que se jugarán dentro de 15 días en Génova con la obligación de sumar, por lo menos, un punto para seguir adelante en Europa.

Joaquín tradujo su extraordinario momento en un par de goles. El primero, a pase de Mata y casi sobre la línea de gol; el segundo, para enmarcar. Tanto por la asistencia de Marchena desde 40 metros como por su definición: control con la derecha y remate con la izquierda. Ese 2-0 con el que se llegó al descanso fue un premio hasta corto al juego que había ofrecido el Valencia. El panorama no cambió en la reanudación. Lejos de eso, los che dieron el mazazo definitivo en el 51'. Lo hizo con un despeje-asistencia de Bruno a Mata, que resolvió con maestría. Ya en el descuento, el Lille maquilló el marcador.

El detalle. Jugaron Miguel y Fernandes

Emery le levantó el castigo a Miguel, que se había quedado fuera de las últimas convocatorias tras llegar tarde a un entrenamiento. El luso fue titular, mientras que Manuel Fernandes reapareció en el segundo acto después de ocho meses de baja.