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LIGA BBVA | XEREZ 0 - BARCELONA 2

Henry desencalla a un Barcelona plano

Henry marcó de cabeza en el minuto 47 tras una primera parte tosca con una Xerez bien plantado en el terreno de juego. Según avanzaba la segunda mitad, Pep se vio obligado a meter a todas sus estrellas y en el descuento, Ibrahimovic firmó el tanto de la tranquilidad tras una buena conexión con Messi.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Henry desencalla a un Barcelona plano

El estreno de los Balones de Oro y Bronce se celebraba en casa del colista, el mejor escenario posible a priori, pero el conjunto azulgrana sufrió de lo lindo para sacar los tres puntos ante un Xerez bien plantado defensivamente pero sin pólvora arriba. Un gol de Henry tras el descanso desequilibró la balanza pero los colistas no se vinieron abajo y buscaron el empate. Pep Guardiola tuvo que tirar de sus estrellas para asegurar el triunfo y en el minuto 92 Ibrahimovic certificó la victoria con un golazo de vaselina.

Con la mente puesta ya en el sexto título, el Mundialito de Clubes, el Barcelona se presentó en Chapín con la apisonadora en marcha para pasar el rodillo ante un Xerez colista con siete puntos y con el triste bagaje de cuatro tantos en doce jornadas. Ganar y dormir a cinco puntos del Real Madrid. Muy bonito todo de antemano pero las estadísticas decían antes del partido que de 75 recibimientos entre líder y colista, 24 habían caído para el farolillo rojo. Encima la alineación que presentó el Barça en tierras gaditanas invitaba, por lo menos, a estar pendientes por si sonaba la flauta de Ziganda, cada vez más cuestionado.

Pep presentó hasta seis cambios respecto al clásico ante el Madrid (Márquez, Chygrynskiy, Maxwell, Touré Yayá, Pedro y Bojan) y con Messi, Ibrahimovic, Puyol e Iniesta en el banco. Eso dio alas a un Xerez que salió al terreno de juego sabiendo que tenía poco que perder y mucho que ganar. Sueltos y con las ideas claras. Presionar arriba sin dejar que el Barça saliera jugando el balón. De hecho, en los primeros minutos de juego sólo se veía a la zaga azulgrana moviendo el balón en horizontal y una mala cesión de Alves ocasionó la primera jugada de peligro tras un centro desde la derecha que acabó en las botas de Orellana pero el chileno se hizo un lío dentro del área.

El aviso desentumeció algo a un líder que respondió con mayor posesión y algún contragolpe con intención como el que realizó Bojan antes de los diez de juego pero el pase de la muerte no encontró destinatario. Aún así, al Barcelona le costaba arrancar la maquina. Tocaba en corto sin apenas velocidad en la zona de atrás y en varias ocasiones lo hacían sin tensión lo que provocó pérdidas peligrosas de los centrales Márquez y Chigrinsky, compañeros en el eje de la zaga por primera vez. Tras el pase de la muerte de Bojan, el Barça tuvo que esperar hasta el minuto 26 para desafiar de nuevo al meta Renan. Fue un centro de Alves a la espalda de los centrales andaluces y por allí apareció Henry para mandar el balón por encima del larguero.

Tampoco es que el Xerez estuviera desplegando un fútbol extraordinario pero mantener las líneas juntas y bascular de forma organizada bastaba para mantenerse con vida, y si después caía una oportunidad, aprovecharla. Y la tuvieron en el minuto 40 después de otro regalo de Márquez pero el disparo de Bergantiños acabó en las manos de Valdés.

Asomaba el descanso y el Barcelona se iba a ir al túnel de vestuarios con dificultades en la cimentación del juego pero Pep lo tenía aparentemente fácil, echar mano del Balón de Oro y compañía.

Pero el entrenador azulgrana decidió dar un poco más de margen a los titulares para ver si la charla técnica surgía su efecto. Y vaya si surgió. Dos minutos tuvo que esperar el de Santpedor para ver como sus pupilos hacían los deberes. Una internada de Maxwell por la izquierda acabó en centro al área donde apareció Henry para rematar al fondo de la red. El gol no hizo efecto somnífero en el Barcelona, que imprimió algo más de ritmo tras el tanto, pero los azulgranas seguían empeñados hoy en seguir jugando con fuego atrás. Esta vez fue turno para Touré el que quiso facilitar la tarea al Xerez regalando un balón a Carlos Calvo pero los de Ziganda hilvanan a cámara lenta.

Un minuto después, una caída del propio Calvo fue muy discutida por la grada jerezana pero Velasco Carballo no quiso complicarse la vida. Los pitos al colegiado se mantuvieron vivos hasta la entrada de Messi al terreno de juego, en el minuto 54, por Pedro. Ziganda contragolpeó con la entrada de Antoñito al césped de Chapín.

El Xerez se estira

Aun así el Xerez no estaba por la labor de tirar el partido tan pronto después de aguantar con la cabeza bien alta toda la primera parte. Un balón perdido por Henry lo aprovechó Bermejo para marcharse junto a Orellana en una contra que acabó desaprovechando el chileno. Eras los mejores minutos del colista que se estiró y se marchó con descaro a por el partido creando oportunidades. Un saque de esquina de los locales lo remató libre de marca Casado pero el cuero salió por alto. El equipo andaluz tenía espacios y Guardiola no quería ningún tipo de broma. La decisión, sacar a un Bojan activo pero inofensivo y meter a Ibrahimovic.

Las acometidas del Xerez se sucedían y los jugadores ya se habían sacudido la tensión de enfrentarse al líder. Es como si el gol recibido les hubiera quitado un peso de encima y el tuteo era ya claro. A los 70 de juego, otra contra, esta por la izquierda, acabó con un disparo seco y esquinado de Orellana que obligó a Valdés a parar en dos tiempos. El empuje gaditano presentaba su peligro correspondiente. Dejar espacios libres a jugadores de la talla que tiene el Barça y acabar recibiendo el golpe mortal. Y es que Guardiola fue subiendo sus apuestas según llegaba el final del partido hasta acabar con todos los aspirantes al Balón de Oro en el terreno de juego, el último Iniesta. Premio o temor al empate pero lo cierto es que el Barça acabó el encuentro con toda la artillería en el campo y el Xerez roto arriba. Un palo de Messi al borde del final fue el aviso previo al regalo que los azulgranas hicieron a la grada tras una conexión magistral entre Messi e Ibrahimovic. El argentino trazó un gran pase para el sueco que definió con una espectacular vaselina en el 92. Único minuto en el que el Barça fue el Barça.