Después de las críticas encajadas durante la semana por la derrota (0-1) contra el Besiktas en Liga de Campeones, sir Alex Ferguson se cobró la revancha y volvió a repetir el mismo once que claudicada ante los turcos, plagado de hombres poco habituales y con las únicas novedades de Kuszczak, De Laet y Berbatov.
Lejos de conceder más opciones al Tottenham, los ''red devils'' salieron con el objetivo de contrarrestar la imagen ofrecida contra los otomanos, y aunque el Jermaine Defoe consiguió logró inquietar en alguna ocasión los dominios del portero polaco, el peso del partido viajó a hombros del Manchester.
Dos zapatazos desde fuera del área a cargo del internacional norirlandés Darron Gibson resolvieron el encuentro e hicieron inútil cualquier esfuerzo de los de Harry Redknapp. En el primero de ellos, resolvió por la vía contundente con un disparo raso y cruzado. En el segundo, tiró de clase y culminó una gran combinación con un disparo con el interior ajustado a la escuadra.
Conseguida la renta, el Manchester ahorró esfuerzos y dejó que fuera el Tottenham quien luchara por sus últimas opciones coperas. Los ''spurs'' encadenaban dos apariciones consecutivas en este torneo, con un triunfo en 2008 contra el Chelsea y una derrota en 2009 tras los penaltis contra su verdugo de hoy, un United que busca reeditar laureles.
Más alternativas trajo consigo el otro partido de la jornada copera. El Portsmouth intentó aferrarse a la Copa de la Liga como el único consuelo en una temporada aciaga en la que ostenta el farolillo rojo y naufraga a siete puntos de la salvación, pero el Aston Villa acabó sacando provecho de la fragilidad del Pompey.
Muy poco duran las alegrías en Fratton Park. Y esta vez sólo fueron dos minutos, los que corrieron desde el gol en propia puerta de Stylian Petrov hasta la igualada del veterano Emile Heskey. Milner y Downing pusieron por delante a los ''villanos'' y, aunque el gol de Kanu alimentó las esperanzas en los últimos minutos, Ashley Young puso la sentencia. Tras asistir en los dos goles anteriores de su equipo, el extremo pasó al papel protagonista para cerrar la cuenta.
