Llorente y los duendes

M ira el Athletic de Caparrós la zona europea de reojo mientras se encuentra de frente con el Almería. Ganar fuera de casa marca la diferencia, cambia objetivos. La frontera entre un equipo que se salva y el que pega el salto se cruza robando puntos en otros estadios. Y en eso debe mejorar el Athletic, menos fiero como visitante. Llega además a un territorio que no es hostil (porque hay una colonia importante de aficionados vascos) pero que se le atraganta. Nunca ha ganado en Almería en Primera División.

Para el Almería la historia es otra. No tiene sueños de grandeza (aún), su gloria es sumar otro añito en la élite. Y no tiene más camino que hacerse fuerte en casa. Hugo intenta dar sello a su equipo. Tiene su garra, su fe, su valentía. Sin embargo, carece de gol. Por eso el mexicano empieza a estar discutido. Su propia gente le despidió con gritos tras caer con el Hércules en la Copa. Hugo, no obstante, ha vivido en situaciones de mayor presión, por eso no tiembla y sigue con su plan maestro. A ver dónde le lleva.

Recibir al Athletic es ser anfitrión de la historia de nuestro fútbol. Mucha Liga vive en esas franjas rojas y blancas. Caparrós, que es de Utrera, entendió a la perfección la idiosincracia de ese equipo. Podrán discutirle muchas cosas, pero nunca que le ha dado identidad. Desprende aroma a raza, a casa, a calidad. Ahí da un paso al frente Fernando Llorente, el león más estético y peligroso. Por detrás le arropa toda una manada... Parece que Caparrós apostará por De Marcos y Susaeta como grandes socios.

El Almería se encomienda a su velocidad. Crusat regresa al equipo. Se queda con la banda izquierda, jerarquía obliga. La derecha será para Piatti, que lo bordó en Mallorca haciendo de Crusat pero que debe cambiarse de costado. Ese movimiento de fichas debe provocar algo que se lleva esperando hace mucho tiempo, que Kalu Uche regrese a la media punta y David Rodríguez sea el nueve. Con esos cuatro hombres, las contras son veneno.

También entra en una lista Goitom. Almería no sabe cómo juega porque aún no ha debutado. La cita puede ser propicia cuando los almerienses están a punto de lograr su gol 100 en Primera. Van 98... Pero Caparrós no entiende de centenarios. Quiere ganar porque tiene que hacer bueno el punto sacado al Barça. Tensión y raza en el Mediterráneo.