Shunsuke Nakamura está sufriendo. El Espanyol le fi chó en verano pensando que no sólo se llevaba un futbolista zurdo del Celtic de Glasgow, sino que así podía entrar de lleno en el mercado japonés del fútbol, el que idolatra a sus jugadores allí donde estén. 387 minutos después, los que hadisputado en Liga, Nakamura no se ha adaptado, no es titular con Mauricio Pochettino y el Espanyol está perdiendo la pista de algunos negocios que tenían medio apalabrados los responsables de márketing del club blanquiazul.

Nakamura jugaba en Glasgow colado en el centro del campo, a su aire, en un 4-4-2. Aquí no ha encajado en el 4-2-3-1 de Pochettino. Él quisiera ser Joan Verdú, dueño del balón en el centro o cerca de la mediapunta. Los constantes viajes que hace con su selección le han impedido tener una continuidaden los entrenamientos. Va a tener que espabilar si quiere recuperar la titularidad.

Nakamura no ha podido traerse a la familia, ya que tuvo problemas para encontrar colegio para sus dos hijos. Vive enSant Cugat (a doce kilómetros de Barcelona), acompañado de su soledad. Mientras tanto, en el club esperan la fi rma de una gira de verano (2010) que se retrasa. Nada está cerrado todavía. Y hay dos millones de euros en juego.