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Liga BBVA | Málaga

Fernando Sanz estira hasta Sevilla el crédito de Muñiz

El Málaga sigue su particular ví a crucis. El presidente dará una nueva oportunidad al técnico porque cree que no es el único culpable de la situación. Colista, con seis puntos y sin ganar desde la primera jornada, el cuadro albiceleste sigue mostrando limitaciones y falta de capacidad. La plantilla tampoco está cumpliendo con las expectativas y suspende en líneas generales. Y se necesitan refuerzos...

<b>SIGUE SIENDO EL JEFE. </b>Juan Ramón Muñiz, en la sesión de ayer en el Anexo con Forestieri a su lado.
M. pozo

La situación del Málaga es tremendamente complicada. El equipo es colista de Primera y lleva sin ganar un partido desde la primera jornada de Liga. Pese a todo, sigue dando margen de maniobra a Juan Ramón Muñiz. De momento, le mantiene en el cargo y se sentará en Sevilla. Después de lo que pase en el Sánchez Pizjuán, quizá tome otra determinación. Sanz es incapaz de asegurar que Muñiz tenga más de un partido de crédito. Ante Osasuna no se sabe quién será el técnico albiceleste.

De puertas hacia fuera, nadie del club defiende con contundencia a Muñiz, al que los resultados tampoco respaldan. El juego del equipo está dejando mucho que desear, derrotas al margen. Eso es también consecuencia de una mala planificación durante el pasado verano. Los fichajes están resultando un absoluto fiasco y hay otros futbolistas a los que se critica su falta de implicación. Eso está obligando al técnico a tener que tirar en muchos partidos de gente del filial porque dan un nivel más alto que varios jugadores del primer equipo. Manu Torres, Iván González, Toribio y Javi López son claros ejemplos.

Eso hace indicar que el Málaga tiene que reforzarse en el mercado invernal independientemente de quién sea el entrenador malaguista. Hay tres necesidades básicas: un mediocentro, un extremo derecho y un delantero centro. Falta gol, falta velocidad y falta orden. Aún no se ha hablado de posibles bajas, pero hay gente señalada ya. Desde la dirección deportiva se sigue defendiendo que la plantilla es competitiva, pero la realidad es que en el campo nadie está dando el rendimiento exigible.

El Málaga juega el próximo sábado en el Sánchez Pizjuán ante un Sevilla enrachado y que podría acostarse como líder de la categoría a la espera del Barcelona-Real Madrid. Será un choque complicado para el Málaga. Es decir, si el futuro de Muñiz depende ahora mismo del próximo resultado, lo tiene muy difícil.

Por otro lado, el vestuario ya no está dando las mismas muestras de unidad que antes. Hay disidentes, gente que no está metida y otros a los que puede la presión. Así que la única esperanza a la que se agarra el presidente es que los resultados arreglen la situación.