Nada detiene al Elche

El Elche se une a la lista de aspirantes al ascenso. Y lo hace por la puerta grande, tras sumar ante el Betis su cuarta victoria consecutiva y prolongar a siete partidos el sueño en el que ha sumido a su afición el nuevo técnico, Bordalás. Desde su llegada, el conjunto ilicitano no conoce la derrota y ha pasado de ser penúltimo a acariciar el podio de la categoría. La era Claudio ya es sólo un mal recuerdo en la alentadora trayectoria franjiverde. Del Betis, poco o nada que contar. Sus jugadores fueron abucheados a la salida del Martínez Valero, antes de subirse al autobús, por sus seguidores. La semana se le presenta dura al club de Lopera. Sobran los comentarios.

Y es que los de Tapia apenas dieron señales de vida. Los andaluces fueron un muñeco en manos de un rival que, pese a llegar al encuentro mermado por el virus de la gripe A (tres afectados fueron titulares), dispuso de ocho acercamientos al área de Goitia para haber sentenciado el partido antes de llegar al descanso. El Betis, ninguna. El monólogo del Elche fue total. Bordalás tejió su tela de araña en el centro del campo donde Sunny y Arzu sólo vieron pasar la pelota. Sergio García y Pavone apenas entraron en juego. Atrás, la línea defensiva achicó agua por los cuatro costados ante el vendaval local dirigido por Óscar Trejo, que cuajó su mejor partido desde que está en el Elche y fue el protagonista del primer gol. El argentino recogió un balón suelto en el área para colarse entre tres rivales, plantarse solo ante Goitia y ponerle el primer puyazo al Betis. El festival de juego y ocasiones duró hasta el descanso pero la ventaja no aumentó.

La salida de Emaná pareció darle otro sentido al juego del Real Betis. Sin embargo, apenas tuvo tiempo para acomodarse y mejorar las prestaciones de su equipo. En tres minutos, los que van del 51' al 54', Jorge Molina ajustició a los andaluces desde el punto de penalti. Las dos penas máximas, ejecutadas con acierto por el 9 del Elche, llegaron acompañadas por las expulsiones de Carlos García y Nelson, respectivamente. De haber continuado el mismo guión, la goleada podía haber sido de escándalo pero el Elche puso a buen recaudo su botín y el Betis jugó, paradójicamente, mejor con nueve que con once. Los locales mostraron su lado más humano y no quisieron hacer sangre a un rival con el que comparte colores. Emaná, Sergio García y Pavone pusieron el único peligro con el marcador sentenciado. Ni el orgullo torero que demostraron con nueve servirá para evitar el calvario que se le presenta esta semana. Todo lo contrario que el Elche, que ya sueña con volver a Primera 22 años después, el mismo tiempo que hacía que no lograba cuatro victorias seguidas. ¿Será sólo casualidad? El tiempo lo dirá.