Castro revienta al Almería en la fortaleza de Manzano

El Ono Estadi es a los campos modestos lo que el Bernabéu a los grandes. Como el Madrid, el Mallorca en casa sólo cuenta triunfos. Un pleno de 18 puntos que satisface a Manzano. No siempre lo consigue con excelencia, pero gana, que al final es lo que cuenta. Agobiado por el Almería, un equipo que tiene la fe y la garra de Hugo pero que vive en un continuo desorden, emergió Chori Castro. El uruguayo marcó dos goles y dio otro a Víctor Casadesús. Destrozaron al desamparado Diego Alves, que terminó contagiado por su timorata defensa. Y fue una lástima, porque el Almería expuso más que el Mallorca durante gran parte del choque. Pero este negocio va de goles, no de uys.

En el fútbol de hoy, que parece renegar de los extremos, los grandes protagonistas fueron Castro y Piatti. Eléctricos, veloces, regateadores. De la escuela de los Messi, Perotti o Navas. El Duende jugó, por primera vez en todo el curso, en su sitio natural ante la baja de Crusat. Casi todo lo que creó el Almería llegó por su costado. Se la formó varias veces a Mattioni y le regaló un gol hecho a Soriano que golpeó como si tuviese un pie de madera. Los de Manzano se vieron superados toda la primera mitad y sólo el Chori puso picante.

Recién salidos de la caseta, los bermellones le pusieron intensidad y encerraron en su área al Almería. Castro enganchó un balón desde fuera del área que Alves apenas pudo rozar. Lejos de hundirse, el Almería llevó el partido al caos, donde se suele manejar muy bien. Convertido en un duelo de ida y vuelta, los almerienses reclamaron un penalti de Ramis. Hombro o mano, nadie puede aclararlo. Pero el defensa lucía culpa en la mirada...

Aouate secó cada llegada del Almería hasta que entró David Rodríguez, que sí quiso aprovechar una asistencia de Piatti. Ningún otro puede decir lo mismo. Pero era el día de Castro, que mandó un pase a Víctor, cuyo control orientado con el pecho en el área merecería dos orejas en una corrida de toros. Con el 2-1 y el Almería chocándose con el infinito Aouate, Castro redondeó su baile con otro gol. Y Alves tocándole las palmas. Mallorca, tierra no conquistada.

Hugo Sánchez: "Felicito a mis jugadores"

"A veces, el que mejor juega y merece ganar no lo hace. Hay que aceptarlo. Vine convencido de que íbamos a puntuar e hicimos el trabajo para ello. Cuando el rival no es mejor y pierdes 3-1 te quedas con una desilusión increíble. Hay que aceptarlo. Perder este tipo de partidos molesta más que cuando el rival es superior. Este es el camino, pero son momentos de desilusión. Les felicito por el esfuerzo y por la imagen dada. Nunca nos conformamos".

Manzano: "Marcamos y ellos no"

"Fue un partido muy complicado. Ya lo sabíamos. Supimos aprovechar las oportunidades y ellos no. Ahí ha estado la diferencia, en el marcador. El Almería hizo un partido encomiable en el centro del campo y tiene mucha profundidad en las bandas. Aouate tuvo intervenciones de gran mérito, sobre todo con un mano a mano con Piatti antes del tercer gol. El fútbol es así, los porteros están para parar, los delanteros para marcar y los medios para correr".