Natalio... y se acabó

Liga Adelante | Murcia 3 - Real Unión 0

Natalio... y se acabó

Natalio... y se acabó

Hizo los 3 goles del primer triunfo ante un R. Unión flojo

Natalio a la una, a las dos y a las tres. Su 'triplete' dio la victoria, (pudo incluso hacer cuatro o cinco), pone fin a las 12 semanas consecutivas sin llevarse un mísero triunfo a la boca, permite al nuevo entrenador inaugurar el casillero de éxitos y lo que es más importante para un Murcia en estado de necesidad, regala una semana de tranquilidad y sobre todo, devuelve la ilusión a una parroquia que se frotaba los ojos al ver como su equipo ganaba... y además sin sufrir en exceso, sin necesidad de tirar del botiquín para paliar taquicardias, sin, ni tan siquiera, esperar hasta último momento.

Por obra y gracia de la efectividad del delantero de Canals, el Murcia vivió una tarde plácida, una de esas tardes inusuales en NC. Los grana de Jose hicieron, o se beneficiaron, de lo que hasta la fecha se habían aprovechado los rivales de turno: de errores de la zaga (los cometió a barullo la de un blandísimo R. Unión), de las dudas del portero Jauregi y sobre todo, el Murcia se benefició del Momento Gol. Ese que en Segunda te da o te penaliza. El Murcia tuvo a un Natalio enrachado y por eso ganó. Probablemente otras tardes ha llegado a jugar mejor, pero nunca antes del Nata-sábado tuvo el gol y la suerte de cara. Por eso ganó, que era, a decir verdad, lo único que importaba a la grada.

La primera alegría de la tarde no se hizo esperar, lo que facilitó y mucho las cosas, que los nervios no aparecieran, que 'la papilla' fuera mucho más 'masticable'. Llegó, como los otros dos goles, después de un trabajo de presión, tras forzar errores de una defensa, la del cuadro irundarra, que fue como una peña del Murcia. Parecían nacidos para ayudar a salir del fondo. Gracias a ellos, y a la buena definición de Natalio, estas líneas saben a miel. Antes del descanso los grana, jugando a medio gas, 'presumían' de un 2-0 que ni los más viejos. Ese marcador dejaba sin efecto el mayor control de balón de los guipuzcoanos de Alonso; aplazaba también las muchas cosas que debe mejorar un equipo, el de Jose, que sigue regalando oportunidades en defensa al rival y que ayer jugó con ocho, ya que ni Mario Rosas ni tampoco los dos hombres que, a lo largo del match, corrieron por la banda derecha (Isaac y Pedro) aportaron nada. Al Murcia le alcanzó con el MVP Natalio, con la pelea de Kike, que además ayudó en la creación echándose a la medular para ayudar en la salida de balón y sobretodo un Capdevila que estuvo, tan voluntarioso como siempre, pero que además fue ese banda izquierda desequilibrante que en Segunda debe marcar diferencias. Su fútbol no fue tan decisivo como los goles de Natalio pero fue clave tanto para sus compañeros, a los que despertaban de cuando en cuando sus galopadas, y también para una grada que ansiaba aplaudir y ver ganar. Una grada que alucinó al ver como el árbitro se hacía el sueco (¿o tras lo de Henry será el francés?) y no pitaba un clarísimo penalti al tipo más mentado en esta crónica. Dio igual, al poco rato llegó el tercero y de ahí al final, un leve revivir del R. Unión (al que la salida de Goiko mejoró mucho) y un gozoso sesteo de un Murcia que, ¡Aleluya! sabe lo que es ganar.