liga adelante | numancia 1 - recreativo 1
El Numancia sigue sin saber ganar y perdona a un diezmado Recreativo
Con superioridad numérica, el Numancia lo buscó pero le faltó mayor fluidez en la circulación del balón y más acierto en el último pase y, sobre todo, en el remate.
El Numancia sigue alimentando su deficiente trayectoria y, ante el Recreativo de Huelva, desaprovechó una buena ocasión para cambiar su rumbo, tras quedarse el equipo onubense en inferioridad numérica.
Los de Gonzalo Arconada suman ya cinco jornadas consecutivas sin conocer la victoria, demasiado para un equipo llamado a estar entre los mejores y que sigue desinflándose en la clasificación.
Incluso contra el Recreativo de Huelva, un equipo que siempre le ha traído suerte en Los Pajaritos, la fortuna le dio la espalda. En el descuento, Del Pino y Lago Juniors tuvieron en sus botas el triunfo, pero perdonaron lo que no se debe perdonar en el fútbol profesional.
El "decano" sorprendió al Numancia en el inicio del encuentro. Mejor situado, atenazó sus rivales y movió el balón con sentido, aunque sin excesivo peligro, salvo un remate excesivamente picado de Carmona.
Del Pino, en una tarde rematadora para olvidar, tuvo su primera ocasión en una salida en falso del meta Guaite. Por dos veces, erró lo que parecía fácil: meterla entre los tres palos.
Pero el Numancia, lejos de desesperarse, comenzó a jugar con mayor sentido y llevó peligro por la banda de Barkero. Un disparo al palo del exterior guipuzcoano fue el primer aviso. Después, llegaron otras tres ocasiones consecutivas que parecían el anticipo de la ventaja numantina.
Pero todo se quebró en un error defensivo. Una falta de entendimiento entre Jaio y Palacios, en la salida de un balón en el área grande local, se convirtió en una pared ganadora de Álvaro Antón y Carmona. Antes del descanso, el Numancia volvió a tener otras dos ocasiones, por mediación de Palacios y Del Pino. Pero no era su día.
En la reanudación, el "decano" salió más conservador. Replegó líneas a la espera del empujón inicial local, ya con nuevo sistema de juego, con Íñigo acompañando a Goiria en el eje del ataque. El Recreativo se defendía con cierto orden hasta que llegó el agarrón de Troest sobre Íñigo en el área y el consiguiente penalti.
Con superioridad numérica, el Numancia lo buscó pero le faltó mayor fluidez en la circulación del balón y más acierto en el último pase y, sobre todo, en el remate. Hasta el último segundo lo tuvo en su mano. Del Pino perdonó en el descuento y confirmó que la suerte, una jornada más -y van cinco consecutivas- le sigue siendo esquiva al Numancia.