España - Argentina | Todos los precedentes
El primer partido de Argentina en España fue en 1928
Argentina vuelve a Madrid para disputar su duodécimo enfrentamiento con España. El primero fue en 1952, pero 24 años antes la selección albiceleste se enfrentó en el estadio Metropolitano al Athletic madrileño.
La primera visita de Argentina a España fue en 1928. Animados por la victoria uruguaya en los Juegos Olímpicos de 1924, los mandamases del fútbol argentino decidieron enviar a su selección a participar en los Ámsterdam.
Su bautismo europeo tuvo lugar en Lisboa el 1 de abril, frente a la selección de Portugal (0-0). Una semana después tuvo lugar su estreno en España. El escenario fue el Metropolitano y su rival el Athletic Club madrileño que poco antes se había proclamado campeón de la región Centro.
Los colchoneros alinearon a Vidal, A. Olaso, Calvo; Ordóñez, Tronchín, Pena; Adolfo, Marín, Cosme, Ateca y L. Olaso. El director técnico argentino, José Lago Millán, mandó a la cancha a Bossio, Bidoglio, Paternóster; Médici, Zumelzú, Monti; Perinetti, Ochoa, Nolo Ferreira, Cherro y Orsi. El primer tiempo finalizó sin que se moviese el marcador. Fue muy discutido el primer gol marcado por Ferreira ya que se produjo tras un empujón del ariete al meta rojiblanco. El público protestó de forma exageradamente airada, con invasión del terreno de juego y la consiguiente intervención de la Guardia Civil para desalojarlo.
Reanudado el encuentro, los atléticos se lanzaron con ímpetu a por el empate empujados por el griterío de los aficionados. El gol ronda la puerta argentina pero Bossio está magnífico. El juego pierde calidad y hay una serie de patadas y golpes por ambos bandos que parece van a terminar con el partido. En medio de la confusión se escapa Perinetti y su centro lo clava Cherro, el mejor de los porteños. Luego Cosme y el 'carnicero' Monti sostuvieron un match pugilístico sin que Díaz se atreviese a expulsarles. Ello provocó una nueva invasión del campo. Con 0-2 acabó el partido. Los argentinos habían firmado sus contratos exigiendo que su árbitro Lorenzo Martínez fuese el juez del encuentro. Martínez se puso enfermo y fue sustituido en su función por el arquero suplente Octavio Díaz, que con sus erróneas decisiones desató la ira de los aficionados.