Liga BBVA | Sporting
Iván Cuéllar se pierde lo que resta de campaña
Tiene roto el ligamento cruzado anterior y será operado
No era un viernes normal. Justo antes de un fin de semana sin competición en Primera, la plantilla del Sporting estaba a punto de finalizar el entrenamiento de ayer en Mareo. Después disfrutaría de unas 'minivacaciones', hasta el lunes por la tarde. Pero, en el momento más inesperado, a Iván Cuéllar se le fastidió el día. Y la temporada. El portero extremeño estará entre seis y siete meses de baja por la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y deberá pasar por el quirófano la próxima semana.
La jugada no pudo ser más desafortunada. Durante un rondo, junto a varios compañeros, Cuéllar realizó un mal gesto en un apoyo y cayó al suelo. Los gritos y los gestos de dolor dejaron helados a sus compañeros, Preciado detuvo el entrenamiento y todos rodearon al guardameta hasta que llegaron los auxiliares y el doctor Gonzalo Revuelta. La cosa "no pintaba nada bien", como reconoció después Preciado.
Cuéllar se retiró al vestuario y, en menos de una hora, se desplazó al Hospital de Begoña para ser sometido a una resonancia que desvelase el alcance de la lesión. Estaba sereno, tranquilo, pero consciente de que parecía grave: "La mala suerte se ha cebado conmigo, porque no salgo de una y me meto en otra. Debo esperar por los resultados y esperar que sea lo menos posible, aunque no pinta nada bien". Y así fue. Pichu Cuéllar se va a perder toda la temporada y, previsiblemente el martes o el miércoles, será operado por el jefe de los servicios médicos del Sporting, Antonio Maestro, en Begoña.
Tras la resonancia, el portero ya indicó que "me pongo en lo peor. Este año ha sido muy malo, por la lesión de peroné y ahora esta. Me han impedido hacer lo que me gusta, que es jugar" e indicó que "hay retos en la vida que son malos, pero que te invitan a trabajar y a rehacerse". El guardameta explicó que "fue un mal gesto y noté que la rodilla me crujía". Esta situación se asemeja a lo ocurrido en la pasada temporada y que hizo que el club sportisnguista tuviera que buscar un portero para suplir la ausencia de Cuéllar. Posiblemente esta desgraciada lesión del portero extremeño obligue a una solución parecida.
"¿Por qué me tiene que pasar?"
"¿Por qué me tiene que pasar esto a mi otra vez?", gritó ayer Cuéllar aún tendido sobre el césped del campo número dos. "Cuando uno tiene una mala racha parece que te pasa todo a ti, te lamentas porque quieres disfrutar de la afición, del ambiente y del fútbol, pero no puedes hacer nada", reconoció después. El extremeño se mostró tranquilo, animado y sereno en todo momento e incluso intentó ser optimista tras las pruebas matinales. Pero la peor noticia le llegó después de las siete de la tarde. Una más, para un portero que fue clave en la permanencia del equipo el año pasado.