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AMISTOSO | BRASIL 1 - INGLATERRA 0

Nilmar anima el tedioso duelo entre Dunga y Capello

El jugador del Villarreal dio la victoria a Brasil en un partido gris, híper condicionado por el estilo de juego de los conservadores Fabio Capello y Carlos Dunga. Kaká sigue sin encontrar su juego y Luis Fabiano se tuvo que retirar lesionado.

EDUARDO HERRERO
Nilmar anima el tedioso duelo entre Dunga y Capello

El duelo entre Capello y Dunga, dos técnicos de corte conservador, presagiaba un partido aguerrido y hermético. Y así fue. Los alardes de calidad en el centro del campo de los que ambas selecciones presumían antaño, han quedado para el recuerdo pues ahora caminan por el siglo XXI con un objetivo resultadita y carente de juego. Con las ausencias de Lampard y Gerrard (y de Beckham, que está en la final de la Liga norteamericana con los Galaxy), el centro del campo de Inglaterra lo formaban Jenas, Barry, Milner y Wright Phillips. Músculo inglés, contra músculo brasileño en la medular, con Felipe Melo y Gilberto Silva encabezando la línea defensiva: Maicon, Lucio, Thiago Silva y el lateral izquierdo Michel Bastos. Seis jugadores de contención y cuatro liberados (Elano, Kaká, Nilmar y Luis Fabiano) para inventarse alguna genialidad a la contra, que finalmente encontraron en la cabeza de Nilmar. Rooney y Bent (después Defoe y Crouch) eran la esperanza de Capello para pescar algún balón suelto, llovido o rechazado.

En la primera parte, Brasil fue más incisiva en ataque, con Kaká, Luis Fabiano y sobre todo Nilmar. El jugador del Villarreal mostró su cara más vertical y desbordó por la banda izquierda aunque, cuando llegaba a posiciones de peligro, la falta de opciones en punta frenaba su velocidad en seco y cercenaba sus ideas. Algo parecido le pareció a Kaká. Aunque la distancia que se genera en Brasil entre la zona defensiva y la ofensiva permite maximizar la excesiva conducción del media punta, una característica que no puede explotar con el estilo de juego del Real Madrid, el '10' no encontró claridad y avanzaba a trompicones hasta toparse con Lescott o Upson (los sustitutos de Terry y Ferdinand), que apenas sufrieron para tapar la ofensiva carioca. El gran damnificado del aturullado ataque amarillo fue Luis Fabiano, que sólo pudo ver de cerca la cara del meta inglés Foster en el penalti que erró, ya con el 1-0.

La misma situación que Luis Fabiano, la vivieron Rooney, que caía más a bandas, y el jugador del Sunderland Darren Bent, que ejercía de referencia. El único peligro que creaban los de Capello llegó en jugadas a balón parado, pero al término de la primera mitad, las estadísticas de ocasiones eran nulas en un partido amistoso disputado en Doha (Qatar), en el que en vez del espectáculo, predominó la espesura.

La jugada aislada que ambos técnicos esperaban llegó al comienzo de la segunda parte y cayó del lado brasileño. Elano dibujó un pase interior por alto dirigido al desmarque de Nilmar, que ante la media salida de Foster cabeceó de vaselina a la red. El partido necesitaba un gol para romper las exhaustivas estrategias plateadas por los estudiosos Dunga y Capello, pero éstas siguieron predominando.

A los cinco minutos del gol, Brasil estuvo a punto de ampliar su ventaja. Foster pagó el error de Brown en una cesión y se llevó por delante a Nilmar, el más listo del partido. Penalti y, de no ser un amistoso, Foster tenía que haber sido expulsado. Luis Fabiano colocó la pelota y, como si de rugby se tratara, la mandó exageradamente por encima de los tres palos. Poco después, 'O Fabuloso' se lesionó (66') y salió Hulk, del Oporto.

La Inglaterra de Capello seguía viva en el partido pero no mostraba apenas interés por empatar. Aguardaba a los minutos finales para avasallar con balonazos a Brasil, pero ni con esas. Antes del tímido asedió inglés, Lucio disparó con la zurda al palo en una de sus aventuradas escapadas.

El partido llegaba a su fin y los innumerables cambios por parte de ambos equipos terminaron por matar el encuentro. Brasil, más motivada, fue justa vencedora y aunque no encontró un juego fluido, sigue viviendo de su pegada. Inglaterra acusó las bajas (Gerrard, Lampard, Lennon, Walcott, Ashley Cole, Glen Johnson, Terry y Ferdinand) y resultó excesivamente plana. Tanto como el propio duelo entre Fabio Capello y Carlos Dunga, que por el resultado ganó el brasileño.