Liga BBVA | Valencia
Manuel Fernandes quiere ser el fichaje ché del mercado invernal
Sabe que tiene que ganarse de nuevo un sitio. Desde el pasado mes de abril el lisboeta no juega un partido oficial con el Valencia tras fracturarse el peroné y tener varios esguinces. Muchas recaídas han lastrado su proyección, pero 'Manelele' ya ve la luz al final del túnel.
No queda otra que tocar madera cuando se trata de Manuel Fernandes. Parece que por fin el luso abandona ese túnel en el que ha estado inmerso ocho meses. El portugués ya trabaja a pleno rendimiento junto a sus compañeros para ponerse al 100%, echar una mano al equipo en nueve días en Pamplona e intentar recuperar la importancia que tuvo el pasado año en la medular ché. A él más que a nadie le viene de perlas este parón en la Liga para tratar de recuperar el tono físico y aportar al equipo el músculo y la calidad que atesora. Aunque lo más importante es que Fernandes por fin puede olvidar unas lesiones que le han dejado out desde el pasado mes de abril. Han sido ocho meses en los que su vuelta parecía estar a la vuelta de la esquina pero una serie de complicaciones y recaídas han dejado al equipo sin el lisboeta desde el pasado mes de abril.
Todos sus problemas comenzaron la pasada temporada cuando se fracturó el peroné en Mestalla ante el Getafe (5 de abril). Un día después el doctor Enrique Gastaldi le operó pero su recuperación tasada en dos meses fue más lenta de lo esperado (estuvo casi tres meses y medio). El portugués no tiró la toalla y trabajó en verano para estar al 100% esta pretemporada, pero en el primer envite ché, el día de su reaparición, ante el Den Haag recayó de la fractura. Un golpe en el callo que todavía no estaba solidificado provocó que se perdiera toda la pretemporada. Se dieron muchas fechas sobre su vuelta, pero ésta no llegaba nunca. Se le esperaba ante el United y el Arsenal, pero tenía mucho dolor en la zona. Se realizaron consultas a distintos médicos (portugueses y españoles), se le cambió el tratamiento y Fernandes respondió.
La primera semana de agosto, volvió a trabajar con el grupo, pero esta vez un esguince en un partido frente al filial (el 8 de octubre) le deja fuera otras dos semanas. Parecía que todo estaba encauzado para su regreso, pero de nuevo volvió a suceder. En otro entrenamiento a finales de octubre se resintió de su esguince en el tobillo derecho hasta que el pasado lunes regresó. Emery sabe que Fernandes, si muestra el nivel de compromiso de la pasada temporada, puede ser el mejor fichaje posible para el Valencia en el mercado invernal. El portugués deberá trabajar y ganarse la confianza del míster para buscar esa importancia que adquirió la pasada temporada con el vasco. Éste es el precio que se paga al estar tantos meses fuera del equipo.
Baraja.
Por su parte, el Pipo regresó ayer con el grupo tras el problema muscular que sufrió ante el Alcoyano. Su cambio el pasado martes fue por precaución y ayer ya se le pudo ver trabajar con todos. A él también le vendrá bien el parón.
El plantel repetirá el plan específico
Tras las mini vacaciones que disfrutará la plantilla en los próximos días (hasta el lunes por la tarde) llegará un duro trabajo. El Valencia tendrá ante sí un calendario muy apretado, ya que desde el 22 de noviembre hasta el 20 de diciembre, el conjunto ché disputará un mínimo de siete partidos oficiales, a la espera de la confirmación de otro amistoso en diciembre.
Esta vez el tobillo dejó KO a Nacho
El charrúa no está teniendo suerte con las lesiones, ya que cada vez que aumenta el ritmo tiene problemas físicos. Esta vez ha sido un leve esguince de tobillo el que no le dejó acabar la sesión. Nacho se dobló la articulación y tras examinarle el doctor Silvestre decidió que se marchara para el vestuario. Su inactividad la pasada temporada le está pasando factura en esta.