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Liga BBVA | Xerez

Bermejo y Antoñito casi llegan a las manos

Ocurrió en el entrenamiento de ayer. Y sorprendió a propios y a extraños. Los dos miembros de una de las sociedades más productivas del Xerez ante el gol de la pasada temporada se enzarzaron en un rifirrafe que cortaron sus compañeros y Ziganda. Ambos le quitaron gravedad.

H. Domínguez
<b>La plantilla les separó y continuaron.</b> Los hechos ocurrieron durante un pequeño partidillo que se estaba haciendo en el Anexo de Chapín. Antoñito le recriminó algo a Bermejo y este explotó. El cántabro se fue hacia él, pero Víctor Sánchez y otros compañeros se lo impidieron. Ziganda pidió paz, y luego el entrenamiento se retomó con normalidad. Los dos continuaron en sus mismas posiciones.
jordi arroyo

Hay preocupación y tensión en el Xerez por aquello de que los goles no llegan, y si no llegan los goles tampoco lo hacen los triunfos. Esa tensión se vivió ayer en el transcurso del entrenamiento matinal. Hubo un error, Antoñito protestó y Mario Bermejo se fue para él, teniendo que ser separados por algunos compañeros, entre ellos Víctor Sánchez. La cosa no pasó a mayores, todo se quedó en un rifirrafe que indica la tensión acumulada que llevan los jugadores con el tema de la falta de gol.

Bermejo negaba en la sala de prensa que el hecho hubiese ocurrido por algún desencuentro anterior con Antoñito "porque eso es algo que hablan ustedes, pero no es así. No había cuenta pendiente ni nada. A partir de ahora no hay nada más que hablar".

Los ánimos venían caldeados desde el choque copero cuando Antoñito dio un pase a Bermejo, que se quedó solo ante el Roberto, y cruzó excesivamente el esférico, fallando el gol. En ese momento, Antoñito hizo algún gesto que pudo disgustar al ariete y de ahí podría derivar ese conato de pelea de ayer a la que los dos le restaron trascendencia y quisieron que quedase como una anécdota. El propio Antoñito reconocía a AS: "No va a ocurrir nada más a partir de ahora, porque lo que ha pasado ya está completamente olvidado".

Al equipo no le salen bien las cosas, y Bermejo no desespera. "El otro día se falló pero no me voy a suicidar por ello ni me voy a colgar de un árbol. Llegarán los goles".

Los hechos ocurrieron durante un pequeño partidillo que se estaba haciendo en el Anexo de Chapín. Antoñito le recriminó algo a Bermejo y este explotó. El cántabro se fue hacia él, pero Víctor Sánchez y otros compañeros se lo impidieron. Ziganda pidió paz, y luego el entrenamiento se retomó con normalidad. Los dos continuaron en sus mismas posiciones.