Hugo salva su primera crisis con buena nota

El Macho aparece cuando se le necesita. Es cierto que desde que el Almería ascendió ha sido bajo las órdenes de Hugo cuando más cerca ha estado de Segunda. Pero la de la temporada pasada no cuenta, eran los primeros encuentros de Hugo en España y al final terminó enderezando el rumbo. Su primera crisis llegó tras la derrota en Zaragoza. A dos puntos del descenso, Hugo nunca había estado más lejos de Almería desde que llegó.

Sin embargo, él mismo ha volatilizado su primera crisis. El mexicano, a sabiendas de la importancia del choque ante Osasuna, tiró de repertorio y cambió, en cierta medida, la imagen del equipo. Su estrategia comenzó por modificar el once inicial. Empezando por Juanma Ortiz, al que relegó al lateral derecho por primera vez esta temporada, y terminando por Guilherme, que volvía al once tras el choque del Camp Nou. Él fue el máximo responsable del primer gol a Osasuna.

Lo bueno o lo malo de este Almería es que no necesita un once fijo para llevarse los encuentros. No depende exclusivamente de ningún jugador, y eso lo ha captado a la perfección el mexicano. Su fuerza radica en el centro del campo y por eso usa a Soriano, Bernardello y M'bami como hombres fijos. El maño parece vivir una segunda juventud en su nueva posición como media punta. Eso le viene bien a Crusat, que no fuerza tanto su físico y recibe la pelota más fresco. Si Hugo consigue rotar a sus hombres sin que se note, tiene buena parte del éxito asegurado.