Internacional | Vigésimo aniversario de la caida del Muro
El fútbol de la Alemania Oriental cayó con el muro
20 años después ningún equipo de la RDA milita en la Bundesliga.
Alemania oriental vivió la reunificación del fútbol alemán con mucha resignación y restricciones. Sólo dos equipos (Hansa Rostock y Dínamo Dresde) tomaron parte en la primera Bundesliga unificada y lo hicieron con pocas expectativas. El Hansa descendió en la primera temporada y el Dínamo, que aguantó cuatro, fue descendido en la quinta por la DFB (federación alemana) por su paupérrima situación económica, cayendo a los abismos del fútbol teutón.
Veinte años después no hay rastro en la Bundesliga del fútbol oriental a nivel de clubes. Los democráticos apenas coleccionan alguna aparición en la final de Copa y hechos más anecdóticos que exitosos. Entre ellos destaca el Energie Cottbus, que el 6 de abril de 2001 alineó el primer once lleno de extranjeros: Piplica, Hujdurovic y Akrapovic (Bosnia), Reghecampf (Rumania), Matyus y Miriuta (Hungría), Vata (Albania), Latoundji (Benin), Kobylanski (Polonia), Labak (Croacia) y Franklin (Brasil). Entre los peculiares técnicos que han desfilado por su banquillo destaca el siniestro Eduard Geyer, último seleccionador de la Alemana Oriental e informador secreto de la Stasi, quien advirtió en su día: "Muchos jugadores alemanes carecen de técnica, ni siquiera saben ni dar un pase al área". Más explícito fue su presidente, quien desveló que los futbolistas de la Alemania federal se negaban a jugar en equipos modestos del otro lado del muro.
El Energie, condenado tras la reunificación balompédica a la cuarta división, ha renacido desde allí hasta llegar a jugar en la Bundesliga. Hoy milita en la segunda y es un equipo ascensor. Los industriales, amadrinados por Angela Merkel, son la gran esperanza del fútbol oriental.
Con este gris panorama al fútbol de la Alemania del Este sólo le queda acudir al pasado si quiere abandonar el escepticismo que le envuelve. Sus mayores logros se condenan en el breve intervalo de dos meses, los que van del 8 de mayo al 22 de junio de 1974. En esas fechas la RDA alcanza sus dos mayores éxitos futbolísticos: la conquista en el Feyenoord Stadion de la Recopa del Magdeburgo sobre un mediocre Milán (2-0) y el triunfo en el Mundial sobre la RFA con el histórico gol de Jurgen Sparwasser.
¿Y el futuro? Las expectativas pasan por una generación de talentos orientales llegados a la Bundesliga para emular a Ballack o Borowski. Aunque mitos como Netzer sostienen que "los crecidos en la RDA carecen de carisma para ser un líder". Mientras, los clubes históricos orientales malviven en las catacumbas del fútbol teutón más preocupados por apagar los brotes violentos de sus hinchadas ultraderechistas. La histórica pandemia del fútbol del Este.