COPA DEL REY | TENERIFE 0 - CELTA 1
El Celta apea al Tenerife de la Copa y le sume en una preocupante crisis
El RC Celta de Vigo apeó del la Copa del Rey al CD Tenerife al derrotarle en campo propio por la mínima, además de dejarle sumido en una angustiosa y preocupante crisis.
La osada y decidida apuesta ofensiva tinerfeña por invertir cuanto antes el adverso marcador del gol en contra se topó de bruces con otra no menos valiente del conjunto vigués, totalmente decidido a utilizar similares bazas para contrarrestar su, a priori, menor potencial.
De esta manera, los tinerfeños pudieron adelantarse en el marcador nada más ponerse en juego el balón, pero Alfaro, en una posición ventajosa frente a Yoel envió el balón al guante del cancerbero, mientras que poco después fue Danilo el que no encontró portería con su cabezazo tras centro de Bustos. Otra buena muestra de la entusiasta intención gallega se produjo al cuarto de hora de juego, cuando Saulo en jugada personal se aproximó al área y con su pierna izquierda trató de sorprender a Luis García, pero el meta desvió el balón a córner.
Instantes después, Alfaro recibió de Juanlu y trató de nuevo de sorprender a Yoel con un torpe disparo, pero el balón se fue fuera, mientras que la portería local también se vio inmersa en un verdadero brete en el minuto treinta y ocho, pero Saulo, en ventaja posición ante Luis García, cabeceó fuera un centro de Joselu.
Tras los quince minutos de asueto, el encuentro se reanudó con un equipo local mucho más apremiado y, sobre todo, ansioso, y por el otro, un rival gallego mucho más motivado e ilusionado, no sólo por imponerse en la eliminatoria, sino también por afianzar firmemente la cuidadosa línea de juego prescrita por Eusebio Sacristán. Con estos dos contrapuestos estados anímicos sobre el césped, el encuentro entró en una convulsa fase con continuas idas y venidas de una portería a otra, pero carentes de remate final, salvo una de Dinei en el minuto cincuenta y tres pero, incomprensiblemente y con todo a su favor, envió el balón por encima del larguero.
Pero cuando peor lo pasaban los vigueses, no sólo por el asedio al que le sometía su rival sino también por la expulsión de Vasco Fernandes, llegó el tanto de Danilo que, a la postré, le dio el pase a octavos, al aprovechar un servicio de Dani Ábalo para conectar y disparo y llevar el balón a la red de Luis García.